Se nos casa …El niño Goyito?
El año 2007 culmina, para la familia, con un acontecimiento esperado durante largo tiempo, se nos casa el mas entrañable, el mas querido, el mas más, bueno el que se estaba quedando dentro de la lista de los solteros mas solicitados. Creo ser, a mi modesta opinión, al margen de tener un vinculo familiar muy cercano, uno de mis mas queridos amigos, tenemos mucha miga que desentrañar, mucho hilo que deshilar, etc, etc, En mi etapa solteril pudimos viajar mucho, generalmente a nuestro norte donde esas playas maravillosas siempre nos recibía con su clima benigno y su gente acogedora y porqué no decirlo, con el calor que siempre les ha caracterizado a nuestra familia, esa familia que siempre muestra su espíritu jovial y sincero.
Este acontecimiento me remonta a los meses previos a mi matrimonio, por un momento sentía que él se iba a quedar sin su compañero de hazañas gloriosas, de esos viajes interminables, de esas caminatas kilométricas por las playas Mancoreñas y de esas degustaciones maravillosas del arte culinario norteño a base de pescados y mariscos, eso si…, es el verdadero manjar de los dioses, la familia nunca escatimó ni escatimará elogios del arte culinario norteño, como no saborear un ceviche de conchas negras, un ceviche de ostiones, un sudado de pescado o de ostiones, siempre acompañado de nuestra inseparable cervecita bien heladita., por algo nuestra raíz es norteña y creo no equivocarme que sabemos apreciar ese arte alrededor de una mesa cuyo protagonista es un exquisito pescado o marisco, el arte de la cocina norteña.
Recuerdo también, ese pecadillo que cometimos hace unos años atrás cinco personajes, dentro de ellos estaba él como fiel protagonista de semejante hazaña, que por cierto fue el más sano de los pecados que se pueden cometer. La idea se inició en una reunión de cumpleaños de uno de los protagonistas, sucede que dentro nuestra reflexión y tertulia llegamos a nuestra modesta conclusión que siempre necesitamos un espacio de soledad no para aprovecharse de ella sino simplemente para relajar lo no relajado y liberar lo no liberado.
Aprovechando que estaba ejerciendo funciones en ausencia de mi hermano, me comprometí a supervisar la construcción de un baño en su vivienda de Máncora, dada la importancia que esto revestía, quien mas que yo para cumplir tal propósito dado que cumplía con el requisito para la supervisión por la alta ingeniería que se requería, por lo tanto mi justificación de viaje hacia Máncora no levantaba sospechas, asimismo reforcé mis argumentos con las solicitudes de pro forma de materiales en Piura a una de las protagonistas que vivía y trabajaba en Piura, por cierto se embarcó en esta aventura cuando llegamos a Piura y le pareció una aventura muy sui generis y linda de participar.
Otro de los protagonistas tenía contactos comerciales en Piura, entonces aprovecharía expandir sus redes comerciales en cuanto a la penetración del mercado de equipos de cómputo, para esto efectuó comunicaciones telefónicas para las posibles reuniones que se pudiesen concretar, de esta forma la suspicacia estaba descartada, para reforzar sus argumentos preparó sus computadora portátil con todos los adminículos necesarios a fin de no tener ningún percance en sus reuniones de trabajo, por cierto la portátil pasó a ser un turista mas dentro del grupo.
El otro protagonista, fue el que mayor expectativa tenía, dado que después de mucho tiempo volvía al norte, hacía unas semanas atrás había viajado con su progenitora a Máncora pero lamentablemente retornó de urgencia por asuntos de trabajo. Esta vez iba decidido a disfrutar de ese arte culinario y de las hermosas playas con ese radiante sol que quema nuestra piel desde el momento que se pisa suelo Mancoreño. Aprovechando que la empresa donde labora cuenta con insumos en la ciudad de Chiclayo nadie mejor que él para hacer las coordinaciones del caso y como precedente fué su viaje interrumpido semanas atrás, argumento suficiente para cerrar los asuntos pendientes.
El personaje siguiente no tenía argumentos, no los necesitaba, era una persona en una posición envidiable dada la coyuntura de nuestra aventura, él siempre a sido materia dispuesta para los viajes de aventura, no tenía que rendir cuentas a nadie, simplemente tenia que hacer un espacio dentro de su agenda y coincidir el calendario programado con el suyo.
La única dama en esta aventura, se enteró con el devenir de los hechos, a raíz que se encargó de hacer las consultas a las ferreterías piuranas solicitando preformas para la construcción del baño de la casa de mi hermano, sospechó que algo traía entre manos, pues no se equivocó. Tengo que confesar que el culpable, el autor intelectual, la “cabra punteadota” fui yo, si se me llevaran a un juicio familiar sumario, no creo tener argumentos para solicitar mi exculpación, si esto fuera así asumiré mi total condena con el fin de no involucrar a los demás.
Una semana antes los protagonistas se volvieron a reunir a fin de ultimar detalles, la reunión se concretó en un conocido restaurant de comida rápida para deleitarnos con una Pizza y una jarra de sangría, no acudió a la reunión el coordinador de Chiclayo, pero se le comentó los detalles. La idea inicial fue viajar por separado, pero el destino nos jugó una mala pasada. En mi caso solicité mi descanso vacacional y programé mi fecha de viaje, como toda persona que se jacta de ser puntual y responsable separé mi boleto de viaje con una semana de anticipación, viajamos en la agencia que se encuentra en la av. 28 de Julio con la Vía expresa, nuestro periplo fué Lima – Piura – Máncora, la escala en Piura fué por la sencilla razón de visitar a nuestra primaza, de paso que recogía las preformas para la construcción del baño. Enterados los demás de mi fecha de viaje, hicieron lo mismo para adquirir sus boletos de viaje, lo que siempre me quedó la duda fue esa feliz coincidencia de viajar en el mismo ómnibus y en los asientos correlativos, tal vez fuimos presa del destino, él se encargó de guiarnos como quien guía a una niño al caminar.
Llegado el día, confieso que mi corazón palpitaba de emoción mas de lo normal, eso era de esperar, estaba a punto de cometer una infidelidad, un pecadillo, no reparaba las consecuencias futuras que pudiese traer semejante hazaña, solamente me dejaba llevar por la emoción del momento, me imaginaba a mi Máncora recibiéndonos como siempre, con los brazos abiertos, y nosotros dispuestos a disfrutar y liberar lo no liberado y relajar lo no relajado. Me despedí de mi querida esposa y de mis dos lindas hijas, ellas por lo visto se quedaban tristes, les prometí recompensarlas con su golosina favorita a mi retorno, dos bolsas grandes de chifles mancoreños. Salí de mi casa a las 6:00 p.m. rumbo a la agencia, el ómnibus partía a las 7:30 pm, mi equipaje estaba compuesto de ropas muy ligeras y el infaltable bloqueador, el radiante sol mancoreño nos esperaba. Llegado a la agencia de transporte me dí con la grata sorpresa de encontrar al primo que iba a coordinar su trabajo en Chiclayo, bueno lo tomé como una simple coincidencia, nos saludamos efusivamente;
- !! Hola C.. que tal, ….no me digas que viajas a la 7:30?,
sonriendo me saluda …
- !! Hola que tal,… así es, el ómnibus está programado para que salga a las 7:30, pucha ojala no se retrase nomás, no veo la hora de salir de la Lema, a propósito R…y E… no demoran en llegar…
me quedé sorprendido y le dije…
- !! Anda… que también viajan hoy ?, pucha que bacán !!!, esa si que es una gran coincidencia
Me comentó que viajaríamos con un integrante más;
- A R… le han encargado que acompañe a un amigo brasileño, se va a la frontera a que le firmen su pasaporte,
- A que bueno… le contesté
Al rato apareció E… con su maletín y su infaltable PC portátil:
- !!Hola L… y que tal, listo para el viaje?
Le contesté;
- Hola E… Claro listo, que tal sorpresa esta de viajar juntos, que sabes de R…
Me contestó
- Mira, está por llegar, le llamé hace un rato, está en camino, viene con un amigo brasileño, espero que sepa preparar la famosa caipiriña.
Le contesté
- No creo que un brasileño no sepa preparar la caipiriña.
En ese momento, C.. saca de una bolsa plástica unas latas de cervezas heladas y nos dice…
- Tomen para ir entrando en ambiente
- Eso es lo que necesitaba; comentó E…
Pasado unos minutos R.. y su amigo aparecieron, nos presentamos como es debido, segundo después el altavoz de la agencia hacia el anuncio de la próxima partida de ómnibus con destino a la ciudad de Piura.
Una vez acomodados en el ómnibus, empezó la tertulia, R.. junto a C… y yo junto al brasileño, E… se encontraba en la misma línea de nuestros asientos, nos dividía el pasadizo, para eso empezamos a elaborar nuestro periplo una vez que llegásemos a Piura. A la Primaza se le llamó por teléfono días antes para que nos espere de paso que nos hiciera el favor de guardar por unas horas nuestros maletines, estábamos con ansias de ir a Catacaos a tomar desayuno, pues llegábamos a Piura por la mañana y eso nos daba tiempo suficiente para ir a Catacaos, la ciudad llena de tradición, donde el arte popular está muy arraigado en los cataquenses. Llegamos el Sábado por la mañana, R… conocía donde trabajaba la primaza y enrumbamos hacia su centro de labores, quedaba a unas cuadras de la agencia en Piura, así es que nuestro periplo por una semana recién empezaba.
Llegamos a Piura por la mañana, como a las 9:30 am, todos estábamos felices que no habíamos tenido ningún contratiempo en el camino, a la salida del terminal de Ómnibus de Piura nos esperaba un enjambre de mototaxistas, no era para menos, éramos un grupo de seis desconocidos con pinta de turistas que llegaba a la ciudad del algarrobo, salimos del terminal terrestre con nuestros maletines y enrumbamos al centro de labores de nuestra primaza, preferimos no tomar el servicio de mototaxis, porque simplemente queríamos sentir el suelo piurano y respirar el olor de la ciudad, el caminar era nuestro presagio que la aventura había que hacerla así, toda vez que se presentara la oportunidad de hacerla. R… era nuestro guía al centro de labores de nuestra primaza;
- No se preocupen, la chamba de nuestra primaza esta a unas cuantas cuadras, no es necesario tomar un mototaxi, nos dijo R…
- Ok, no hay problema, no creo que nos cuadren, total somos cinco puntas, nos dijo E…
- Bueno acá en Piura la cosa es tranquila, repliqué
- Llegamos a la chamba de la primaza, dejamos nuestras cosas y salimos al toque roque hacia Catacaos, estoy con ganas de probar el rico desayuno cataquense, creen que a esta hora se pueda probar la rica chicha? Comentó C…
- Pucha que ya me abristes el apetito, de hecho que tenemos que probar la rica chicha con su ceviche y sarandajas, replico E…
El amigo brasileño con su portuñol muy entendible nos comentó, que deseaba refrescarse con una cerveza bien heladita, de preferencia una Brahma la cerveza de bandera de su país, por esos días se había desatado una guerra comercial por el predominio de las cervezas y la Brahma estaba en esta disputa, Catacaos aun no era participe de semejante disputa, la Brahma no había pisado suelo norteño; por lo que R… le comenta; No te preocupes “Caipiriño” de todas maneras vas a saborear tu cerveza… eso no imposible para nosotros.
Nuestro amigo brasileño, se había acoplado al grupo fácilmente, era la primera vez que pisaba suelo norteño y le parecía muy agradable el clima. Bueno no tenía otra alternativa que seguirnos nomás, R… era en teoría, su guía. Caipiriño fue el nombre que le pusimos, pues teníamos la certeza que era un experto en la preparación de la bebida tradicional brasileña, sus detalles en cuanto a la preparación eran digno de elogio, al final nos quedamos solamente con la certeza.
Cuando llegamos al centro de labores de la primaza, nos recibió un guachimán, preguntamos por la primaza y muy amable fue en su búsqueda.
- !!!Hola primazos que tal, que bueno que estén por acá, L… me había comentado sobre su viaje…supongo que han pedido permiso no..?
Por un momento hubo un mutismo total, C… se encargó de contar el motivo de nuestro viaje, de paso que le hacia la invitación formal a participar de nuestro periplo.
- No se preocupen primazos, estoy con Uds., de paso les agradezco su invitación,… miren trabajo hasta el medio día, les doy el alcance en Catacaos tan luego termine con mi chamba y después nos vamos a Máncora, me llaman para saber donde se encuentran, entonces quedamos así,… que bacán todo esto que están haciendo, la vamos a pasar bien chévere, yo los acompaño hasta el lunes nomás, tengo que regresar a chambear.
- Ok primaza, entonces te esperamos en Catacaos, replicó R…
Dejamos nuestras cosas con nuestra primaza de paso que nos poníamos más simpáticos, cambiamos nuestra indumentaria, por una más ligera acorde al clima norteño, Piura nos estaba recibiendo con un sol radiante.
Una vez acicalados, nos dirigimos a tomar el transporte para dirigirnos a Catacaos, subimos en una “combi“, nuestros paisanos pasajeros nos miraban como quien mira a un extranjero, obviamente nuestra pinta de turista limeño nos delataba, hablábamos en voz alta y hacíamos comentarios del paisaje piurano, para el coterráneo le es normal ver su propio paisaje todos los días, pero para nosotros era algo nuevo, digno de apreciar y admirar la belleza del campo bajo piurano, sus algarrobos, sus piajenos y su gente amable.
Llegamos a la plaza de armas de Catacaos, un grupo de niños se acercó, ofreciéndose de guías para llevarnos a los “chicherios” mas conocidos para degustar de algún potaje tradicional.
Señor, señor, lo podemos llevar donde la Chayo ó la Timaná allí se come rico y es barato
No hijo, primero vamos a recorrer la ciudad luego vamos a comer, replico E…
Una compañera de viaje de Piura – Catacaos nos recomendó ir a un local donde podíamos desayunar al estilo tradicional, jóvenes díganle que van de mi parte, díganle de la comadre Josefa.
Muy agradecido señora, contestó R…
Caminamos varias cuadras, bueno el tiempo en ese momento nos sobraba, nos dirigimos al encuentro de nuestro primer desayuno norteño. Una vez instalados en el restaurant recomendado, nos sirvieron unos chifles con canchita como entrada; el sabor de los chifles preparados en cocina a base de leña es inconfundible, ese sabor siempre me evoca a mi infancia y es síntoma inequívoco que me encontraba en el norte. El bajo Piura se ha caracterizado siempre, que su arte culinario se prepare en cocina a base de leña, tal vez eso es lo que le de ese aroma especial a su comida. Pudimos saborear unos tamalitos verdes con una taza de café pasado. La comadre de doña Josefa si que era muy buena anfitriona, supo encontrar nuestra medida perfecta para satisfacer nuestro apetito matutino.
Habiendo satisfecho nuestro apetito inicial, nos dirigimos a la plaza de armas, como que hacíamos tiempo para esperar a nuestra primaza, R… se acordó la calle de los orfebres y hacia allá nos dirigimos, éramos los primeros en llegar, recién estaban aperturando los negocios.
Catacaos es cuna de muy buenos artesanos, especialistas en el arte de la filigrana de oro y plata, se pueden apreciar verdaderas obras de arte, R… nos comentó que anteriormente había visitado esta ciudad para comprar un par de aros de matrimonio, como regalo de bodas. Hoy es él, a quien le regalarán lo mismo.
Optamos por comprar alguno que otro recuerdo, presagiando que tarde o temprano se enterarían de nuestro pecadillo, que mejor manera de disipar las calenturas con un regalo. C… se apropió de una docena de adornos hechos a base de barro cocido, que representaban las actividades típicas de los personajes de la zona.
- Esto me parece muy bueno, mi amigos de la chamba tienen la costumbre que cuando viajan por vacaciones, siempre suelen traernos algún regalo que identifique a la zona… no quiero ser la excepción, esto está como quiere “chumbeque”
Todos nosotros lanzamos una gran carcajada, fue muy buena su idea, así es que empezamos a imitarlo.
- Cuando me casé, alguien me regaló un adorno similar, no supe quien fue; considero que fué alguien que conoce mi sensibilidad artística.
- Acá encuentras adornos muy buenos, si estas distanciado de tu “pescao” es una muy buena forma de limar asperezas. comentó R…
- Si, Creo que si…replico E…
Culminadas nuestras compras, nos dirigimos nuevamente a la plaza principal, cada uno con sus bolsas llenas de regalos de paso que aprovechamos llamar a la primaza, al parecer íbamos a esperar mas de lo programado, así es que optamos por esperarla en un restaurant, era hora del almuerzo y estábamos con ganas de degustar el rico ceviche del norte con su seco de cabrito.
Nos instalamos en un restaurant muy al estilo tradicional, las mesas vacías eran fieles testigos de nuestra temprana presencia, el calor del mediodía era el buen pretexto para refrescarse con unas cuantas cervezas bien heladas, Caipiriño, nos recordó que solamente tomaría Brahma.
- Eu R… voce me prometió conseguir Brahma, no te olvides.
- No te preocupes caipiriño, vas a tomar tu Brama, le contestó R…
Hasta ese, momento no me imaginaba de que forma podía cumplir su promesa R… R… pidió un par de cervezas bien heladas y en el instante que trajeron las cervezas, me pidió un lapicero y en una servilleta escribió con letras grandes BRAHMA y pegó la servilleta encima de la etiqueta de la cerveza… por un instante miramos la reacción de Caipiriño, soltó un gran carcajada, nosotros al unísono lo seguimos, la promesa se había cumplido.
Las dos primeras, pasaron con una gran velocidad que ni nos dimos cuenta que nos la habían traído, pensamos que era producto del calor y el recorrido que habíamos hecho para nuestras compras. Las dos siguientes no la vimos pasar, las siguientes pasaron y se fueron sin avisar, entonces C… dijo;
- Todo parece que las “chelas” están con hueco, paremos la mano un rato mientras esperamos a la primaza.
Estábamos de acuerdo, E… pidió un par más, pero se fueron con la misma velocidad como llegaron.
C… preocupado por la primaza, optó por llamarla nuevamente, bueno siempre queda el rezago inconciente que aún uno se encuentra en la gran ciudad. La Primaza conoce como la palma de su mano Catacaos y con las pocas referencias que le dió, le fue muy fácil encontrarnos..
Una hora después de la última llamada, la primaza apareció, se le notaba lo agitada que estaba, no era para menos, quería aprovechar esta reunión la mas que pudiese, nos comentaba, primos tengo que aprovechar al maximo estos encuentros, este tipo de reuniones no se dan asi tan fácilmente, que me iba a imaginar encontrarlos así reunidos, en familia? … eso es muy lindo y gratificante, siento que la familia se consolida más con este tipo de encuentros, aunque sea esta una linda travesura…salud por eso.
Unimos nuestros vasos en síntoma de aceptación del pequeño discurso de la primaza.
Sin darnos cuenta el restaurant se fue poblando de comensales, nosotros estábamos en plena degustación de nuestro seco de cabrito, de repente se nos acercaron dos dignos representantes del arte bernacular de la música tradicional piurana, con guitarra y cajón, nos deleitaron ese himno conocido "El zorzal viviente", canción que describe a ese Piura tradicional, de sus algarrobos, de sus calles, etc. Nuestras exigencias por algunas interpretaciones iban en aumento y notamos el esfuerzo por complacernos, cosa que nos causo mucha gracia, al final nuestros intérpretes quedaron satisfechos por nuestra retribución, obviamente siempre piden su voluntad, pero nuestra voluntad cubrió más de lo que esperaban.
Cuando creímos haber agotado nuestra presencia en Catacaos, retornamos a Piura, recogimos nuestros maletines y nos trasladamos al terminal para embarcarnos a Mancora. No tuvimos problemas con el transporte, rentamos un auto para que nos traslade directamente, total, los seis llenábamos fácilmente un auto. Nos esperaban unas horas mas de viaje, para esto nos aprovisionamos de una cuantas latas de cerveza, cumpliendo fielmente esa ordenanza "cuando beba no maneje", cumplimos al pie de la letra tal ordenanza; fuimos simplemente meros pasajeros.
Algunos fuimos presa del cansancio y pudimos descansar por un momento, el viaje no se notó dado que aprovechamos ir platicando sobre temas triviales y hacer ameno el viaje. Cerca a la ciudad de Talara C... se acordó de su primo Tito, el vive en Talara y hacía mucho años que no lo había visto, decidió llamarlo por teléfono, para suerte lo pudo ubicar y acordaron encontrarse días después, ese iba hacer un nuevo encuentro que teníamos que anotarlo en nuestra ya recargada agenda.
Llegamos juntamente con el ocaso del sol a Máncora, en mi caso, mi llegada en forma imprevista sorprendió a mi familia, tenía argumentos necesarios difícil de rebatir, el baño de mi hermano me esperaba. Los demás pasajeros se instalaron en la casa de su hermano, el mismo que no hacía mucho tiempo había construido un hospedaje, la primaza como siempre, fiel a su estilo independiente optó por hospedarse muy cerca de mi casa, ella es una “cacerita” en Máncora por lo que amigos le sobran, es más, en ese ir y venir, cuenta con algunos compradres, cosa muy tradicional en el norte. El compadrazgo es una forma de demostrar el aprecio y te eleva a un rango superior de amistad y respeto, cuando te conviertes en compradre, tu nombre pasa a un segundo plano, eres simplemente “el compadre ó la comadre”.
Continuará…
Este acontecimiento me remonta a los meses previos a mi matrimonio, por un momento sentía que él se iba a quedar sin su compañero de hazañas gloriosas, de esos viajes interminables, de esas caminatas kilométricas por las playas Mancoreñas y de esas degustaciones maravillosas del arte culinario norteño a base de pescados y mariscos, eso si…, es el verdadero manjar de los dioses, la familia nunca escatimó ni escatimará elogios del arte culinario norteño, como no saborear un ceviche de conchas negras, un ceviche de ostiones, un sudado de pescado o de ostiones, siempre acompañado de nuestra inseparable cervecita bien heladita., por algo nuestra raíz es norteña y creo no equivocarme que sabemos apreciar ese arte alrededor de una mesa cuyo protagonista es un exquisito pescado o marisco, el arte de la cocina norteña.
Recuerdo también, ese pecadillo que cometimos hace unos años atrás cinco personajes, dentro de ellos estaba él como fiel protagonista de semejante hazaña, que por cierto fue el más sano de los pecados que se pueden cometer. La idea se inició en una reunión de cumpleaños de uno de los protagonistas, sucede que dentro nuestra reflexión y tertulia llegamos a nuestra modesta conclusión que siempre necesitamos un espacio de soledad no para aprovecharse de ella sino simplemente para relajar lo no relajado y liberar lo no liberado.
Aprovechando que estaba ejerciendo funciones en ausencia de mi hermano, me comprometí a supervisar la construcción de un baño en su vivienda de Máncora, dada la importancia que esto revestía, quien mas que yo para cumplir tal propósito dado que cumplía con el requisito para la supervisión por la alta ingeniería que se requería, por lo tanto mi justificación de viaje hacia Máncora no levantaba sospechas, asimismo reforcé mis argumentos con las solicitudes de pro forma de materiales en Piura a una de las protagonistas que vivía y trabajaba en Piura, por cierto se embarcó en esta aventura cuando llegamos a Piura y le pareció una aventura muy sui generis y linda de participar.
Otro de los protagonistas tenía contactos comerciales en Piura, entonces aprovecharía expandir sus redes comerciales en cuanto a la penetración del mercado de equipos de cómputo, para esto efectuó comunicaciones telefónicas para las posibles reuniones que se pudiesen concretar, de esta forma la suspicacia estaba descartada, para reforzar sus argumentos preparó sus computadora portátil con todos los adminículos necesarios a fin de no tener ningún percance en sus reuniones de trabajo, por cierto la portátil pasó a ser un turista mas dentro del grupo.
El otro protagonista, fue el que mayor expectativa tenía, dado que después de mucho tiempo volvía al norte, hacía unas semanas atrás había viajado con su progenitora a Máncora pero lamentablemente retornó de urgencia por asuntos de trabajo. Esta vez iba decidido a disfrutar de ese arte culinario y de las hermosas playas con ese radiante sol que quema nuestra piel desde el momento que se pisa suelo Mancoreño. Aprovechando que la empresa donde labora cuenta con insumos en la ciudad de Chiclayo nadie mejor que él para hacer las coordinaciones del caso y como precedente fué su viaje interrumpido semanas atrás, argumento suficiente para cerrar los asuntos pendientes.
El personaje siguiente no tenía argumentos, no los necesitaba, era una persona en una posición envidiable dada la coyuntura de nuestra aventura, él siempre a sido materia dispuesta para los viajes de aventura, no tenía que rendir cuentas a nadie, simplemente tenia que hacer un espacio dentro de su agenda y coincidir el calendario programado con el suyo.
La única dama en esta aventura, se enteró con el devenir de los hechos, a raíz que se encargó de hacer las consultas a las ferreterías piuranas solicitando preformas para la construcción del baño de la casa de mi hermano, sospechó que algo traía entre manos, pues no se equivocó. Tengo que confesar que el culpable, el autor intelectual, la “cabra punteadota” fui yo, si se me llevaran a un juicio familiar sumario, no creo tener argumentos para solicitar mi exculpación, si esto fuera así asumiré mi total condena con el fin de no involucrar a los demás.
Una semana antes los protagonistas se volvieron a reunir a fin de ultimar detalles, la reunión se concretó en un conocido restaurant de comida rápida para deleitarnos con una Pizza y una jarra de sangría, no acudió a la reunión el coordinador de Chiclayo, pero se le comentó los detalles. La idea inicial fue viajar por separado, pero el destino nos jugó una mala pasada. En mi caso solicité mi descanso vacacional y programé mi fecha de viaje, como toda persona que se jacta de ser puntual y responsable separé mi boleto de viaje con una semana de anticipación, viajamos en la agencia que se encuentra en la av. 28 de Julio con la Vía expresa, nuestro periplo fué Lima – Piura – Máncora, la escala en Piura fué por la sencilla razón de visitar a nuestra primaza, de paso que recogía las preformas para la construcción del baño. Enterados los demás de mi fecha de viaje, hicieron lo mismo para adquirir sus boletos de viaje, lo que siempre me quedó la duda fue esa feliz coincidencia de viajar en el mismo ómnibus y en los asientos correlativos, tal vez fuimos presa del destino, él se encargó de guiarnos como quien guía a una niño al caminar.
Llegado el día, confieso que mi corazón palpitaba de emoción mas de lo normal, eso era de esperar, estaba a punto de cometer una infidelidad, un pecadillo, no reparaba las consecuencias futuras que pudiese traer semejante hazaña, solamente me dejaba llevar por la emoción del momento, me imaginaba a mi Máncora recibiéndonos como siempre, con los brazos abiertos, y nosotros dispuestos a disfrutar y liberar lo no liberado y relajar lo no relajado. Me despedí de mi querida esposa y de mis dos lindas hijas, ellas por lo visto se quedaban tristes, les prometí recompensarlas con su golosina favorita a mi retorno, dos bolsas grandes de chifles mancoreños. Salí de mi casa a las 6:00 p.m. rumbo a la agencia, el ómnibus partía a las 7:30 pm, mi equipaje estaba compuesto de ropas muy ligeras y el infaltable bloqueador, el radiante sol mancoreño nos esperaba. Llegado a la agencia de transporte me dí con la grata sorpresa de encontrar al primo que iba a coordinar su trabajo en Chiclayo, bueno lo tomé como una simple coincidencia, nos saludamos efusivamente;
- !! Hola C.. que tal, ….no me digas que viajas a la 7:30?,
sonriendo me saluda …
- !! Hola que tal,… así es, el ómnibus está programado para que salga a las 7:30, pucha ojala no se retrase nomás, no veo la hora de salir de la Lema, a propósito R…y E… no demoran en llegar…
me quedé sorprendido y le dije…
- !! Anda… que también viajan hoy ?, pucha que bacán !!!, esa si que es una gran coincidencia
Me comentó que viajaríamos con un integrante más;
- A R… le han encargado que acompañe a un amigo brasileño, se va a la frontera a que le firmen su pasaporte,
- A que bueno… le contesté
Al rato apareció E… con su maletín y su infaltable PC portátil:
- !!Hola L… y que tal, listo para el viaje?
Le contesté;
- Hola E… Claro listo, que tal sorpresa esta de viajar juntos, que sabes de R…
Me contestó
- Mira, está por llegar, le llamé hace un rato, está en camino, viene con un amigo brasileño, espero que sepa preparar la famosa caipiriña.
Le contesté
- No creo que un brasileño no sepa preparar la caipiriña.
En ese momento, C.. saca de una bolsa plástica unas latas de cervezas heladas y nos dice…
- Tomen para ir entrando en ambiente
- Eso es lo que necesitaba; comentó E…
Pasado unos minutos R.. y su amigo aparecieron, nos presentamos como es debido, segundo después el altavoz de la agencia hacia el anuncio de la próxima partida de ómnibus con destino a la ciudad de Piura.
Una vez acomodados en el ómnibus, empezó la tertulia, R.. junto a C… y yo junto al brasileño, E… se encontraba en la misma línea de nuestros asientos, nos dividía el pasadizo, para eso empezamos a elaborar nuestro periplo una vez que llegásemos a Piura. A la Primaza se le llamó por teléfono días antes para que nos espere de paso que nos hiciera el favor de guardar por unas horas nuestros maletines, estábamos con ansias de ir a Catacaos a tomar desayuno, pues llegábamos a Piura por la mañana y eso nos daba tiempo suficiente para ir a Catacaos, la ciudad llena de tradición, donde el arte popular está muy arraigado en los cataquenses. Llegamos el Sábado por la mañana, R… conocía donde trabajaba la primaza y enrumbamos hacia su centro de labores, quedaba a unas cuadras de la agencia en Piura, así es que nuestro periplo por una semana recién empezaba.
Llegamos a Piura por la mañana, como a las 9:30 am, todos estábamos felices que no habíamos tenido ningún contratiempo en el camino, a la salida del terminal de Ómnibus de Piura nos esperaba un enjambre de mototaxistas, no era para menos, éramos un grupo de seis desconocidos con pinta de turistas que llegaba a la ciudad del algarrobo, salimos del terminal terrestre con nuestros maletines y enrumbamos al centro de labores de nuestra primaza, preferimos no tomar el servicio de mototaxis, porque simplemente queríamos sentir el suelo piurano y respirar el olor de la ciudad, el caminar era nuestro presagio que la aventura había que hacerla así, toda vez que se presentara la oportunidad de hacerla. R… era nuestro guía al centro de labores de nuestra primaza;
- No se preocupen, la chamba de nuestra primaza esta a unas cuantas cuadras, no es necesario tomar un mototaxi, nos dijo R…
- Ok, no hay problema, no creo que nos cuadren, total somos cinco puntas, nos dijo E…
- Bueno acá en Piura la cosa es tranquila, repliqué
- Llegamos a la chamba de la primaza, dejamos nuestras cosas y salimos al toque roque hacia Catacaos, estoy con ganas de probar el rico desayuno cataquense, creen que a esta hora se pueda probar la rica chicha? Comentó C…
- Pucha que ya me abristes el apetito, de hecho que tenemos que probar la rica chicha con su ceviche y sarandajas, replico E…
El amigo brasileño con su portuñol muy entendible nos comentó, que deseaba refrescarse con una cerveza bien heladita, de preferencia una Brahma la cerveza de bandera de su país, por esos días se había desatado una guerra comercial por el predominio de las cervezas y la Brahma estaba en esta disputa, Catacaos aun no era participe de semejante disputa, la Brahma no había pisado suelo norteño; por lo que R… le comenta; No te preocupes “Caipiriño” de todas maneras vas a saborear tu cerveza… eso no imposible para nosotros.
Nuestro amigo brasileño, se había acoplado al grupo fácilmente, era la primera vez que pisaba suelo norteño y le parecía muy agradable el clima. Bueno no tenía otra alternativa que seguirnos nomás, R… era en teoría, su guía. Caipiriño fue el nombre que le pusimos, pues teníamos la certeza que era un experto en la preparación de la bebida tradicional brasileña, sus detalles en cuanto a la preparación eran digno de elogio, al final nos quedamos solamente con la certeza.
Cuando llegamos al centro de labores de la primaza, nos recibió un guachimán, preguntamos por la primaza y muy amable fue en su búsqueda.
- !!!Hola primazos que tal, que bueno que estén por acá, L… me había comentado sobre su viaje…supongo que han pedido permiso no..?
Por un momento hubo un mutismo total, C… se encargó de contar el motivo de nuestro viaje, de paso que le hacia la invitación formal a participar de nuestro periplo.
- No se preocupen primazos, estoy con Uds., de paso les agradezco su invitación,… miren trabajo hasta el medio día, les doy el alcance en Catacaos tan luego termine con mi chamba y después nos vamos a Máncora, me llaman para saber donde se encuentran, entonces quedamos así,… que bacán todo esto que están haciendo, la vamos a pasar bien chévere, yo los acompaño hasta el lunes nomás, tengo que regresar a chambear.
- Ok primaza, entonces te esperamos en Catacaos, replicó R…
Dejamos nuestras cosas con nuestra primaza de paso que nos poníamos más simpáticos, cambiamos nuestra indumentaria, por una más ligera acorde al clima norteño, Piura nos estaba recibiendo con un sol radiante.
Una vez acicalados, nos dirigimos a tomar el transporte para dirigirnos a Catacaos, subimos en una “combi“, nuestros paisanos pasajeros nos miraban como quien mira a un extranjero, obviamente nuestra pinta de turista limeño nos delataba, hablábamos en voz alta y hacíamos comentarios del paisaje piurano, para el coterráneo le es normal ver su propio paisaje todos los días, pero para nosotros era algo nuevo, digno de apreciar y admirar la belleza del campo bajo piurano, sus algarrobos, sus piajenos y su gente amable.
Llegamos a la plaza de armas de Catacaos, un grupo de niños se acercó, ofreciéndose de guías para llevarnos a los “chicherios” mas conocidos para degustar de algún potaje tradicional.
Señor, señor, lo podemos llevar donde la Chayo ó la Timaná allí se come rico y es barato
No hijo, primero vamos a recorrer la ciudad luego vamos a comer, replico E…
Una compañera de viaje de Piura – Catacaos nos recomendó ir a un local donde podíamos desayunar al estilo tradicional, jóvenes díganle que van de mi parte, díganle de la comadre Josefa.
Muy agradecido señora, contestó R…
Caminamos varias cuadras, bueno el tiempo en ese momento nos sobraba, nos dirigimos al encuentro de nuestro primer desayuno norteño. Una vez instalados en el restaurant recomendado, nos sirvieron unos chifles con canchita como entrada; el sabor de los chifles preparados en cocina a base de leña es inconfundible, ese sabor siempre me evoca a mi infancia y es síntoma inequívoco que me encontraba en el norte. El bajo Piura se ha caracterizado siempre, que su arte culinario se prepare en cocina a base de leña, tal vez eso es lo que le de ese aroma especial a su comida. Pudimos saborear unos tamalitos verdes con una taza de café pasado. La comadre de doña Josefa si que era muy buena anfitriona, supo encontrar nuestra medida perfecta para satisfacer nuestro apetito matutino.
Habiendo satisfecho nuestro apetito inicial, nos dirigimos a la plaza de armas, como que hacíamos tiempo para esperar a nuestra primaza, R… se acordó la calle de los orfebres y hacia allá nos dirigimos, éramos los primeros en llegar, recién estaban aperturando los negocios.
Catacaos es cuna de muy buenos artesanos, especialistas en el arte de la filigrana de oro y plata, se pueden apreciar verdaderas obras de arte, R… nos comentó que anteriormente había visitado esta ciudad para comprar un par de aros de matrimonio, como regalo de bodas. Hoy es él, a quien le regalarán lo mismo.
Optamos por comprar alguno que otro recuerdo, presagiando que tarde o temprano se enterarían de nuestro pecadillo, que mejor manera de disipar las calenturas con un regalo. C… se apropió de una docena de adornos hechos a base de barro cocido, que representaban las actividades típicas de los personajes de la zona.
- Esto me parece muy bueno, mi amigos de la chamba tienen la costumbre que cuando viajan por vacaciones, siempre suelen traernos algún regalo que identifique a la zona… no quiero ser la excepción, esto está como quiere “chumbeque”
Todos nosotros lanzamos una gran carcajada, fue muy buena su idea, así es que empezamos a imitarlo.
- Cuando me casé, alguien me regaló un adorno similar, no supe quien fue; considero que fué alguien que conoce mi sensibilidad artística.
- Acá encuentras adornos muy buenos, si estas distanciado de tu “pescao” es una muy buena forma de limar asperezas. comentó R…
- Si, Creo que si…replico E…
Culminadas nuestras compras, nos dirigimos nuevamente a la plaza principal, cada uno con sus bolsas llenas de regalos de paso que aprovechamos llamar a la primaza, al parecer íbamos a esperar mas de lo programado, así es que optamos por esperarla en un restaurant, era hora del almuerzo y estábamos con ganas de degustar el rico ceviche del norte con su seco de cabrito.
Nos instalamos en un restaurant muy al estilo tradicional, las mesas vacías eran fieles testigos de nuestra temprana presencia, el calor del mediodía era el buen pretexto para refrescarse con unas cuantas cervezas bien heladas, Caipiriño, nos recordó que solamente tomaría Brahma.
- Eu R… voce me prometió conseguir Brahma, no te olvides.
- No te preocupes caipiriño, vas a tomar tu Brama, le contestó R…
Hasta ese, momento no me imaginaba de que forma podía cumplir su promesa R… R… pidió un par de cervezas bien heladas y en el instante que trajeron las cervezas, me pidió un lapicero y en una servilleta escribió con letras grandes BRAHMA y pegó la servilleta encima de la etiqueta de la cerveza… por un instante miramos la reacción de Caipiriño, soltó un gran carcajada, nosotros al unísono lo seguimos, la promesa se había cumplido.
Las dos primeras, pasaron con una gran velocidad que ni nos dimos cuenta que nos la habían traído, pensamos que era producto del calor y el recorrido que habíamos hecho para nuestras compras. Las dos siguientes no la vimos pasar, las siguientes pasaron y se fueron sin avisar, entonces C… dijo;
- Todo parece que las “chelas” están con hueco, paremos la mano un rato mientras esperamos a la primaza.
Estábamos de acuerdo, E… pidió un par más, pero se fueron con la misma velocidad como llegaron.
C… preocupado por la primaza, optó por llamarla nuevamente, bueno siempre queda el rezago inconciente que aún uno se encuentra en la gran ciudad. La Primaza conoce como la palma de su mano Catacaos y con las pocas referencias que le dió, le fue muy fácil encontrarnos..
Una hora después de la última llamada, la primaza apareció, se le notaba lo agitada que estaba, no era para menos, quería aprovechar esta reunión la mas que pudiese, nos comentaba, primos tengo que aprovechar al maximo estos encuentros, este tipo de reuniones no se dan asi tan fácilmente, que me iba a imaginar encontrarlos así reunidos, en familia? … eso es muy lindo y gratificante, siento que la familia se consolida más con este tipo de encuentros, aunque sea esta una linda travesura…salud por eso.
Unimos nuestros vasos en síntoma de aceptación del pequeño discurso de la primaza.
Sin darnos cuenta el restaurant se fue poblando de comensales, nosotros estábamos en plena degustación de nuestro seco de cabrito, de repente se nos acercaron dos dignos representantes del arte bernacular de la música tradicional piurana, con guitarra y cajón, nos deleitaron ese himno conocido "El zorzal viviente", canción que describe a ese Piura tradicional, de sus algarrobos, de sus calles, etc. Nuestras exigencias por algunas interpretaciones iban en aumento y notamos el esfuerzo por complacernos, cosa que nos causo mucha gracia, al final nuestros intérpretes quedaron satisfechos por nuestra retribución, obviamente siempre piden su voluntad, pero nuestra voluntad cubrió más de lo que esperaban.
Cuando creímos haber agotado nuestra presencia en Catacaos, retornamos a Piura, recogimos nuestros maletines y nos trasladamos al terminal para embarcarnos a Mancora. No tuvimos problemas con el transporte, rentamos un auto para que nos traslade directamente, total, los seis llenábamos fácilmente un auto. Nos esperaban unas horas mas de viaje, para esto nos aprovisionamos de una cuantas latas de cerveza, cumpliendo fielmente esa ordenanza "cuando beba no maneje", cumplimos al pie de la letra tal ordenanza; fuimos simplemente meros pasajeros.
Algunos fuimos presa del cansancio y pudimos descansar por un momento, el viaje no se notó dado que aprovechamos ir platicando sobre temas triviales y hacer ameno el viaje. Cerca a la ciudad de Talara C... se acordó de su primo Tito, el vive en Talara y hacía mucho años que no lo había visto, decidió llamarlo por teléfono, para suerte lo pudo ubicar y acordaron encontrarse días después, ese iba hacer un nuevo encuentro que teníamos que anotarlo en nuestra ya recargada agenda.
Llegamos juntamente con el ocaso del sol a Máncora, en mi caso, mi llegada en forma imprevista sorprendió a mi familia, tenía argumentos necesarios difícil de rebatir, el baño de mi hermano me esperaba. Los demás pasajeros se instalaron en la casa de su hermano, el mismo que no hacía mucho tiempo había construido un hospedaje, la primaza como siempre, fiel a su estilo independiente optó por hospedarse muy cerca de mi casa, ella es una “cacerita” en Máncora por lo que amigos le sobran, es más, en ese ir y venir, cuenta con algunos compradres, cosa muy tradicional en el norte. El compadrazgo es una forma de demostrar el aprecio y te eleva a un rango superior de amistad y respeto, cuando te conviertes en compradre, tu nombre pasa a un segundo plano, eres simplemente “el compadre ó la comadre”.
Continuará…