viernes, 30 de septiembre de 2011

Máncora en la noche de los tiempos

Con la autorización del autor del presente artículo, me permito publicar un trabajo de investigación sobre el origen de Máncora. Soy testigo de los trabajos e indagaciones que desde hace buen tiempo viene realizando mi amigo Koko Salas. Es necesario que este tipo trabajos sean difundidos y que los Mancoreños se sientan orgullosos de su origen.


Máncora en la noche de los tiempos

Voy a escribir en primera persona y no es una cuestión de ego, simplemente es que de tanto urgar en libros y bibliotecas de Lima, Piura y Talara, visitar museos, así como la sede del archivo regional y dialogar con historiadores y arqueólogos es que llegue a saber la historia de mi pueblo, de nuestro pueblo; satisfaciendo de esta manera una inquietud que desde niño me traía de cabeza: conocer el porqué el nombre de Máncora, ósea porque se llama Máncora al lugar que es nuestra cuna y saber de su historia.
Empezaré diciendo que Máncora existe desde tiempos inmemoriales, no se sabría decir la fecha exacta de su primer asentamiento que es muy, muy antiguo y por si acaso no es en donde hoy vivimos si no que estaba a la vera de la quebrada Fernández y podría ser en el Angolo B como más adelante les explicaré.
En una visita realizada a la biblioteca de Piura pude hallar información valiosísima escrita por James Richardson III, un científico norteamericano que estableció que entre el rio Chira y la Punta Rico - al norte de la quebrada de Máncora- están los vestigios más antiguos de la vida del hombre en el departamento de Piura con una antigüedad que fluctúa entre los 5,000 a 9,000 años antes de Cristo. ¿Acaso estamos a la par de Caral o quizá somos más antiguos que aquél asentamiento de Supe? Se dice que Caral está a la altura de la línea de tiempo que Mesopotamia y Egipto, las civilizaciones más antiguas de la humanidad.
Esta información además está contenida en el EIA de Petroperú del año 2010 que tomó los interesantes apuntes de las prospecciones realizadas por Richardson III.
Waldemar Espinoza Soriano un estudioso de la historia dice que los Guayacondos cuyo reino quedaba al este de la gran cordillera de Huancabamba, actuales provincias de Ayabaca y Huancabamba, tienen raíces en lo que hoy es el Ecuador y que limitaban hacia el oeste- el mar- con los conglomerados o grupos urbanos de Máncora, Sechura y Pucalá. Ósea donde hoy en día vivimos ya había desde mucho antes del establecimiento de los Incas en el norte del país una ciudadela en nuestra comarca que pertenecía a la etnia Tallán.
Líneas arriba manifesté que la ubicación probablemente original de Máncora este en las cercanías del Angolo B, según se determinó a través de la localización de un cementerio pre hispánico el año 2006 a través del Programa Cápac Ñam (Caminos del Inca) de la sede regional de Piura. El que se halla asentado Máncora en ese lugar tiene su razonable hipótesis. Está a la vera de la quebrada conocida hoy como Fernández. Ustedes saben que el hombre necesita del agua para vivir y esa agua se la proveía la quebrada y aún en nuestros tiempos nos continúa proveyendo el curso de agua con su rica napa freática, no solo a Máncora si no que Los Órganos se beneficia del rico elemento. Siempre ha sido así, además que donde están enterrados los muertos es porque cerca hay vivos que los veneran.
Larissa Colán Cañola la arqueóloga jefa del programa regional del INC, nos dijo en julio de 2006, que en efecto Máncora es un pueblo antiguo con un horizonte de tiempo aún por y quiero agregar a todo esto un dato interesante que no puedo dejar de mencionarlo. En el año 1996 visité el Museo de Historia Nacional cuya sede está en Pueblo Libre, Lima. En dicho museo por aquél tiempo entrando hacía la derecha existía un mapa gigante del Perú que contenía los dominios de la Cultura Marítima Chincha entre Manta- Ecuador por el norte hasta Valdivia en Chile por el sur y allí se señalaba como lugar de abastecimiento a Máncora.
Este hecho me dejó perplejo. La verdad era la primera vez que tuve conocimiento que Máncora existía aún antes que Los Incas fueran el poderoso imperio que todos sabemos. En el 2007- once años después- volví a visitar el museo pero ya no encontré el mapa, así que indagando me dijeron que el autor del mapa era el director del museo del Arqueología y Antropología de la casona de San Marcos que está en el parque Universitario, de manera que hacia allá enrumbé y pude conversar con él, se trataba del Dr. Carlos del Águila Chávez. Me corroboró que en efecto, Los Chinchas con sus grandes balsas llevando mercancía como chaquiras, pieles, metales y otros objetos valiosos los intercambiaban con los Spondylus, los preciados bivalbos que traían del actual Ecuador, o puede ser que los eximios pescadores y buceadores de estas playas les entregaran perlas para el trueque con los objetos que traían del sur.

El nombre Máncora

Néstor Martos Garrido, el ponderado y notable maestro huancabambino sostiene que las terminaciones Ura referentes a Piura, Sechura, Nunura y Mancura- que sería el nombre original de Máncora- quieren decir en lenguaje Tallán: lugar al lado del agua o playa o algo similar. Piura está a la vera de su rio, en Sechura desemboca el rio Piura y está cerca al mar, Nunura es un lugar sechurano cuya cercanía al mar cualquiera lo puede comprobar y Máncora está a la vera de su quebrada y cerca al mar. Es pues definitivamente un lugar cerca al mar o la quebrada o la playa.
¿Y cuando varío de Mancura a Máncora? La respuesta es sencilla: cuando llegaron los españoles trans culturizaron el lenguaje, ósea españolizaron los nombres originarios transformándolos y así Tumpis pasó a ser Tumbes, Catac Ccaos devino en Catacaos y Mancura en Máncora.
Máncora fue Tallán, una cultura regional que se desarrolló entre Sechura y Manta en el Ecuador y sus hombres se dedicaban a la pesca y el trueque marítimo. Aunque algunos eran agricultores y artesanos. Se dice que la palabra Tallán es incaica y éstos les pusieron así porque los hombres tallanes acostumbraban estar echados boca abajo en una especia de banca grande realizando sus trabajos artesanales.
Pero antes que los Tallanes conquistaran este valle de la quebrada Fernández entonces sabemos que hubieron personas viviendo aquí.
En lo que he podido investigar, he comprobado que Máncora si fue un pueblo, no sabría decir que grande o pequeño, con o sin importancia, pero que existió, existió. Hace poco estuvo por acá un arqueólogo, César Soriano Ríos, a quién llevé al hallazgo arqueológico del Angolo B y se quedó sorprendido por lo que encontró en lo que he denominado la planicie de Mancura. Allí encontramos una especie de una pequeña pirámide trunca con adornos y un pajarito en forma de juguete fina y escrupulosamente elaborado. Para César era el juguete de un niño de la realeza del antiguo Máncora.
En verdad aún falta mucho por descubrir e investigar y en eso estamos, pero creo que no solo en el Angolo B estuvieron los primeros mancoreños, si no que habían paisanos nuestros desde el lugar del hallazgo que les he comentado en este artículo hasta la cercanía del antiguo camino inca en las periferias de Fernández, lugar por donde pasó Pizarro rumbo a la fundación de la primera Piura de la historia en Tangarará.
En otras entregas, o a la espera del libro que estoy tratando de escribir, les informaré de todas las épocas en las que ha transitado Máncora desde sus albores en la edad en la que el hombre utilizaba la piedra como elemento útil para su vida diaria, su civilización vinculada a los tallanes y otras culturas pre-incas, la posesión de estos lares por los Incas al mando de Huayna Cápac, la conquista española, colonización, independencia, república hasta nuestros días.
Me despido de este artículo con esta frase ¿si no conozco la historia de mi pueblo, como puedo avizorar un futuro mejor para él? Los pueblos que no conocen de su historia están condenados a vivir relegados en la ignominia de no saber quiénes son.
Un abrazo de profundo mancoreñismo, Jorge Salas Arica.