miércoles, 12 de noviembre de 2014

El devenir diario con las redes sociales

El problema de las redes sociales es que genera virtualizaciones inconscientes, abarcando desde falsos sentimientos hasta la anulación ó reducción de expresiones en prosa. Hoy todo se reduce a poner un "like", "me gusta" o hacer un comentario de los mas superfluo sin contenido, sin sustentación y generación de debate. Eso ha permitido que hoy la polémica, la discusión mediante el debate alturado haya desaparecido. Hoy solo se cuenta la cantidad de "likes" si es que deseas figurar en el ámbito de la popularidad, por tanto la cantidad ha desplazado a la calidad en desmedro del crecimiento espiritual. Este decaimiento se agudizado en los últimos años y me atrevería a decir que esto se ha incrementado con el avance tecnológico y la masificación de las comunicaciones.

Hoy la prosa extensa se ha convertido en aburrida, sin sentido. Se pide que sea lo mas resumido nada mas contraproducente si es que queremos crecer como persona individual, hoy el verbo y las expresiones estan reducidas a la mínima expresión y el vocabulario que se maneja de manera personal es tan escaso, pobre y marginal que no permite generar nueva asociación de ideas. El colectivo actual de jóvenes que leen libros de manera espontánea está en franco declive y no es función primaria de los colegios que se incentive este hábito, es desde el seno del hogar que se genere este forma de ensimismarse porque nos permite utilizar nuestra imaginación y enriquece nuestro vocabulario.

Este comentario es y será impopular por lo antes dicho, pasará a la estadística marginal de los "likes" y será una gota de sapiencia y reflexión en este océano de cacosmia que hoy ya está establecido, solo la inmensa minoría podrá tomar partido de esta reflexión, pero es posible que no mueva ningún ápice de voluntad en este curso devenir de los años, pues el crecimiento de la humanidad no es de unos cuantos afortunados que utilizan su libre y verdadero albedrío para crecer y hacer crecer a la humanidad sino que este debe ser de todos. Solo espero equivocarme y que el futuro no me de la razón por el bien de las futuras generaciones. Hoy expreso mi preocupación y deseo manifestar mi espíritu contracultural en esta atmosfera virtual que nos rodea. Mi apuesta no es personal es porque aun abrigo esperanzas que la misantropía no me envuelva. Si hoy decido que esta prosa sea barroca es con el fin de fomentar el espíritu de la búsqueda.