sábado, 8 de noviembre de 2014

Ella en el cuerpo de Él

Ella en el cuerpo de Él
Hoy después de tiempo con mi silencio auto impuesto me permito desplegar mi pensamiento interior y lo dejo evidenciar en este papel virtual, quise escribirle a mi amig@, un ser humano con una valentía y entrega a su vida a pesar de sus humillaciones, de desprecios en un mundo lleno de complejos y cucufatería. Me volví a encontrar con él hace un año lejos de nuestro lugar de origen, en la tierra de los mapuches, en una sociedad donde al menos la tolerancia está mas abierta a aceptar la condición o la opción sexual, donde se respeta el pensamiento del otro. De allí pude entender el porqué mi amigo quiso emigrar lejos para que pueda caminar sin tapujos, sin vergüenza buscando su felicidad. Lo entendí porque también soy un buscador de sueños, de la felicidad, él en su acera y yo en mi mundo pero en fin buscadores de mundos incomprendidos.
Cuando éramos jóvenes solíamos platicar en nuestro Máncora, inclusive fue confidente de amores en un momento en que mi corazón estuvo atrapado por una hoy ingrata Dulcinea, él con sus ademanes pero guardando sus reservas para conservar que la pacatería no lo condene, hoy lo veo mas seguro de su vida porque siente que dio ese paso hace muchos años en que pudo demostrar su opción sexual, me permití invitarlo a cenar una noche de verano en la capital chilena, platicamos de nuestros amigos comunes, de sus vida lejos de su familia, lejos de los suyos y de lo mucho que tuvo que batallar para conseguir un nombre en esta ciudad y de su amor inmenso a su progenitora, la luz de sus ojos, cada vez que l@ escuchaba hablar de su madre le brillaban sus ojos y evidenciaba su amor intenso, ese amor indescriptible de hij@ a madre.
Hace algunos años el que evidenciaba su opción sexual ajena a su naturaleza era estigmatizado, hoy sigue siendo una sociedad compleja, se discurren posiciones antagónicas en contra y a favor, no soy el indicado para condenar, maldecir, destellar o adjetivar, solo se que tuve la suerte de conocer un amig@ y hoy me ha demostrado que para vivir en paz con su espíritu y con su cuerpo hay que ser valiente y mostrarse tal cual su mente y cuerpo le pide. Le entendí que esa fue una apuesta arriesgada en una sociedad aun llena de complejos, pero su apuesta fue por su felicidad, muchos Mellys existen en el mundo y me jacto de ser su amigo sin vergüenza alguna, un gran respeto nos prodigamos yo superé mis tontos complejos de antaño y cada vez que nos cruzamos allí, allá o en el mundo virtual nuestra plática es de una altura sin nivel, él en busca de su felicidad y yo con lo mío, con mi silencio tratando de entender la vida, y de vez en cuando soltando mi pluma para escribir como le ofrecí a mi amig@.