jueves, 25 de octubre de 2012

Los Domingos de aquellos


LOS DOMINGOS DE AQUELLOS

Los Domingos eran días de gran movimiento en el pueblo, desde muy temprano se despertaba el bullicio con el cantar de los panaderos, con sus canastas pregonando el pan caliente para el desayuno y los trabajadores de alta mar salían a una nueva jornada a capturar las deliciosas presas que iban a ser devoradas horas mas tardes en las diversas mesas democráticas de ese pequeño pueblo norteño. Dios siempre a sido generoso con ellos, desde que pisó hace miles de años por esas costas norteñas, el primer poblador. Allí encontró el calor y el alimento necesario para establecerse por la quebrada Fernandez, tenían agua dulce, un clima benigno y el alimento exquisito salido del mar.

Los domingos tenían sus agendas de rutina. Durante las primeras horas las familias se alistaban para asistir a la iglesia a escuchar la misa del padre Martín, de origen Irlandés, personaje de gran carácter, él aprovechaba su púlpito para descargar sus pareceres, pues quería mucho a este pueblo y las cosas que no le gustaban lo decía con todo la fuerza de su voz para que las autoridades de turno corrijan lo que había que corregir. El padre Martín había llegado con un grupo de damas pertenecientes a una congregación religiosa, todas ellas con un espíritu solidario. Crearon un consultorio y una maternidad, muy necesario en un pueblo necesitado por atención médica. Durante los días de semana, por las mañanas su consultorio tenía una gran demanda para atender a la mayoría de "churres" con alguna dolencia o malestar. Creo sin temor a equivocarme que todos pasamos por el consultorio por alguna dolencia.

Dentro de ellas, destacaba la madre Loreto, una madre de sonrisa angelical y de menudo ser. Gracias a ella, mucho de los jóvenes de la época fuimos instruidos en los conocimientos de la doctrina católica. La iglesia empezó a vestirse de juventud, pues la madre Loreto, empezó a formar grupos de estudio, grupos de canto y talleres de música. Los jóvenes con ciertas aficiones a la música se inclinaron por aprender a tocar guitarra, y se convirtió en el instrumento de predilección por ser el más noble de los instrumentos musicales. Hoy muchos de los músicos reconocidos que tocan en los grupos musicales de Máncora pasaron o fueron tocados por esta noble persona de espíritu solidario. Fue también nuestra profesora de religión en el nivel primario. Gracias a ella, aprendimos de las parábolas con que nuestro señor solía enseñar a sus seguidores. Diría tal vez, que ella siguió sembrando la semilla del catolicismo en nuestro pueblo.

La mañana, se vestía de ese aire alegre junto al sol radiante. Muchos bien vestidos y acicalados, acudíamos a escuchar la santa misa del padre Martín. La misa se llenaba de júbilo y alegría por el coro y el grupo de jóvenes guitarristas. La mayoría junto a su librito de canciones cantaban a voz en cuello las canciones de la misa. Terminada la misa, un mar gente abarrotaba el centro de la ciudad alistándose para acudir al coloso deportivo "La cancha de Pedrito". La tarde estaba ya agendada, los encuentros deportivos de futbol eran otro espectáculo digno de describirlo. Allí se representaban a los barrios de la ciudad y afloraban los aficiones e ímpetus de los barristas.

Cómo no acordarse, del UDM, "Unión Deportivo Máncora", Independiente, Juventud en Marcha, El Sport Marítimo, El Santos F.C., El Chorrillos, Estrella Roja, Langosteros, Estudiantes Unidos...De ellos aprendí mi amor al deporte, ese deporte colectivo que es el Fútbol. En esa cancha, donde pude apreciar la garra y los gritos de gol salidos desde las entrañas de esos hinchas incondicionales y también las bromas y gritos tan peculiares que eran una diversión aparte, expresiones como: "!saquen a esa huevada¡", "!Muchachos hechos de miau¡", "¡No te confíes marítimo, no te confíes!", "¡Ese es mi perro sin hiel!", "¡Chute un gol para la hembra!", "¡Péguele hombre!", "No... me la peles hombre", "¡¡Ahorita me mamo!!", "¡¡Puras chatarras...nomás!!", "¡¡Nooo...hombre!! y tantas otras expresiones que forman hoy parte de la historia tradicional de fútbol de nuestro Máncora.

Mucho de los jugadores de antaño hoy peinan canas, pero dejaron su cuota de sudor y sacrificio en aquel coloso deportivo, de ellos están, "Wilazo", "El Negro la Vicha", "El Tronco", "Chamba", "Cocaleca", "Alianza", "Vitoco Granda", "Vitoco Vite", "Chute", "Kotino, Perro sin Hiel", "Sato", "Belarmino", "Pelao Arcela", "Jacinto Cabrera", "Chicoco", "La Ñonga", "El Borrao Olivos" , "Papelito", "Los Garrapatas", etc.

Las tardes domingueras eran de alegría, terminábamos bañados de polvo, el coloso deportivo era una cacha reglamentaria pero carecía de gramado, eso no era impedimento para practicar y apreciar este hermoso deporte. El espectáculo deportivo se iniciaba al medio día, el sol era abrasador pero las ganas de ir tras la "gordita" y dejar bien en alto a su equipo, era el objetivo principal.

Muchas anécdotas se tejieron en este coloso deportivo, como la del arquero del Santos, "Chute", que iba perdiendo 10 a 0 y decía, "a todo esto...la volada es lo que vale", ó como la de Poncho Maceda que cortó su camiseta por la mitad y le puso botones cual camisa, dizque "para tener mas frescura", ó como de aquel personaje pintoresco del pueblo, conocido como Birriñaco, de oficio zapatero,que después de haber tomado anisado toda la mañana, llegó a la cancha y preguntó por el equipo al cual era hincha, el UDM como había quedado, en coro los hinchas le decían "¡¡Ganamos!!", y él con el poco aire que le quedaba en sus pulmones producto de la borrachera, mencionaba de alegria, "Ahorita me mamo!!! ó como el desmayo que sufrió "Periquito Pin Pin" uno de los jugadores que recién se iniciaba en estas lides. "Periquito Pin Pin" era uno de los jugadores que se destacaba por su prodigiosa zurda y driblin digno de un crack. En sus inicios, como todo joven entusiasta, fue inscrito en el equipo de "Estudiantes Unidos", en uno de esos encuentros entre "Estudiantes Unidos" y "Chorrillos" el encuentro estaba en plena efervescencia, se jugaban los últimos minutos del encuentro. "Estudiantes Unidos" necesitaba ganar este encuentro para definir su pase a la liguilla, estaba atacando todo el encuentro y tenían la confianza que podían remontar el score. En uno de esas contragolpes "El Chorrillos" despejó el balón y originó el córner a favor de "Estudiantes Unidos", el entrenador de "Estudiantes Unidos" abrigó toda sus esperanzas en la joven promesa de "Periquito Pin Pin", se pidió el cambio para que pueda refrescar al equipo e ir al ataque en el córner originado. Se ejecutó el córner y cual imagen en cámara lenta, se vio que "Periquito Pin Pin" se lanzaba por los aires para cabecear el balón, estaba en una ubicación muy privilegiada, y el arquero del "Chorrillos", "Papelito", sale a despejar con los puños el balón y se estrella con "Periquito Pin Pin", la hinchada gritaba a destiempo con gran entusiasmo el gol que estaba por venir, después de unos segundos, un silencio total en el coloso deportivo, el arquero cayó junto a "Periquito Pin Pin" y el balón chocó en el travesaño y salió de fuera. Los hinchas lamentaron esta gran oportunidad para remontar el score, pero lo que vino luego es que "Periquito Pin Pin" producto del golpe había sufrido una gran conmoción y terminó desmayado, la aglomeración fue grande alrededor de jugador caído, muchos gritaban, "¡Échenle agua!", "¡Déjenlo que tome aire!", "¡Saquen a esa huevada!", "¡muchachos hechos de miau!", lograron retirarlo de la cancha deportiva para darle los primeros auxilios al jugador malogrado y el encuentro deportivo continuó su ritmo de ataque y defensa. "Periquito Pin Pin" logró recuperar el conocimiento y dada su juventud, se animó a seguir sudando la camiseta de sus amores, volvió a ingresar nuevamente entre aplausos y vítores por su tenacidad y entrega. Con el aliento de la hinchada "Periquito Pin Pin" quiso poner todo de sí y corría como todo un "Perro sin hiel", no se cansaba, pasaron unos segundos después y el árbitro dio el pitazo final, el encuentro terminó en un empate y "Periquito Pin Pin", nunca logró tocar el balón.

Para el siguiente domingo, “Periquito Pin Pin”, se había entrenado toda la semana, saliendo a correr por la playa con sus amigos por las tardes después de las labores de rutina en su hogar. Hacía gala de habilidad con la zurda y los más jóvenes empezaban a mirarlo como una gran promesa deportiva, había dejado atrás ese traspié del desmayo y había tomado en serio su carrera deportiva. Su amigo Agustín al verlo con esos ímpetus, lo empezó acompañar en el entrenamiento, él estaba inscrito en uno de los equipos de futbol, pero hasta ese momento no había debutado, solo había enrolado la lista de suplentes, Agustín como todo joven soñador, era también un aficionado al canto. El equipo de Agustín entrenaba dos veces por semana en la playa, él era un infaltable en los entrenamientos, pero un día faltó al entrenamiento, se encontraba en otro ensayo, estaba preparándose para el concurso de canto que el colegio secundario estaba promoviendo. A la sesión siguiente acudió a su entrenamiento y como todo buen deportista y caballero, fue a disculparse con el entrenador por su ausencia en la sesión de entrenamiento anterior. El profesor “Cuchufo Rosales”  escuchó atentamente su descargo…”Este, que profesor…disculpe que no puede asistir al entrenamiento anterior, este que…estuve en unos ensayos para el concurso de canto del colegio, este que, profesor…Yo también tengo condiciones para cantante”,  El profesor solamente atinó asentir el descargo de esta joven promesa del canto y pensó para sus adentros, “es mejor que sigas con tu condición que tienes como cantante, porque como jugador aun te falta mucho”.

Llegado el sábado “Periquito Pin Pin” había entrenado muy bien, pero nadie le había informado que su equipo no jugaba el domingo, estaba a la espera de los resultados de los otros equipos para ver si pasaba a la liguilla. De todas maneras aun no perdía las esperanzas de integrar el titularato y poder demostrar sus habilidades en el coloso deportivo. Lamentablemente su equipo no pudo pasar a la liguilla y “Periquito Pin Pin” se quedó con las ganas que su juego y su prodigiosa zurda sean conocidos. Así fue como una joven promesa no pudo llegar a demostrar sus cualidades y se perdió en el horizonte del tiempo, hoy solo se recuerda de él aquel desmayo donde pudo haber definido su futuro como gran futbolista.
Así es como se disfrutaban los domingo de aquellos, llenos de alegrías, anécdotas. Domingos que llenaron los vacios de nuestros tiempos y marcaron nuestros horizontes.


martes, 23 de octubre de 2012

Lo que me enseñaste

Lo que me enseñaste

Desde siempre suelo encontrar en tu presencia esa paz, esa compañía en mis momentos de soledad. A veces entiendes mis silencios y desnudas mis soledades. Tus diálogos me animan a seguir caminando, me enseñaste a mirar la vida con optimismo, y a pesar de las dificultades, me ayudas a encontrar esa luz de búsqueda y de tranquilidad.

Cuando tomaste la decisión de partir, causaste un hondo pesar, con esos rios de tristeza te demostraban que tu ausencia iba a ser permanente. Preferí no demostrártelo en ese momento y me entendiste, y hoy, cada vez que te recuerdo la tristeza me invade y soy presa de la melancolía. Creo haber elegido bien, porque así cuando invoco en mis pensamientos tus recuerdos, siempre estás conmigo.

Me enseñaste a dar mis primeros pasos, a sonreir, a guiar mis primeros trazos e hilvanar mis primeras prosas, fuistes mi confidente y hoy mantienes esa postura y demostraste con tu sabiduría, que bastaba a que llegásemos a entender nuestro libre albedrío para que tu partida se hiciera efectiva. Ahora lo entiendo, pero me duele. Tu presencia es necesaria, aun cuando suelo ver tu rostro Gioncondesco que me regalas.

Espero te llenes de alegría cuando tus vástagos se reunan después de muchos años. Siento los hilos de nuestro trajinar guiado por tus manos. Nos acordaremos de esas anécdotas que vivimos contigo, de esa mano zurda prodigiosa que nos enseñó a caminar, de tus problemas compartidos, de tus arriesgadas aventuras para conocer nuevos mundos, la nueva familia, de tu humildad, de tus sueños...truncos. Hubiera querido que DIOS te regalase un segundo de vida más para que nos veas mas creciditos y la huella que dejaste.

Después de muchos años la casa se llenará de los tuyos, es el mejor homenaje que haremos para tí, nos sentaremos en la misma mesa cuando nos alimentabas y nos veías crecer, cuando nos enseñaste a sumar y a leer, volverá la sonrisa, nos acordaremos de tí...si de tí y de tu compañero, de nuestro progenitor, fueron tal para cual.

Contigo sembré un árbol en el pequeño corral de la casa y dió sombra y abrigo a la familia por muchos años, así entendí amar a la naturaleza.

Mi homenaje es y será por siempre, me diste luz, me diste vida y mi deuda es impagable. Con mi reconocimiento no puedo pagar ni siquiera el interés mínimo. Solo sé que me diste vida y dejaste en mi, mucho sentimiento, nostalgia y sabiduría...gracias Mamá.



Gracias Alberto...describes una hermosa historia tal como lo viví.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Cristina, Lorenzo...y el silencio

Cristina, Lorenzo...y el silencio

Me transmitieron esta historia en una tertulia nocturna hace muchos años, durante un verano a la luz de una vela. Esta era una pareja de jóvenes que crecieron juntos, vivían en la misma calle, la calle de los afligidos le llamaban. Eran esos tiempos donde los padres decidían con quien sus hijos iban a comprometerse de por vida, tal vez por la afinidad de las familias ó por las amistades profesadas por años.

Después de muchos años se encontraron por esas casualidades de la vida. Ese lugar casual, fue el aeropuerto de Barajas en España. Él se encontraba de tránsito rumbo a Lisboa, era el mes de Febrero, el frio era intenso y no estaba acostumbrado a ese clima, se sentía solo en un país desconocido. A ella la había dejado el avión, su destino final era Lyon, había establecido su domicilio en esa ciudad italiana. Hacía doce años que se había casado con un italiano, tenía dos hermosos niños, él se había establecido en Lima, trabajaba en una multinacional y viajaba por el mundo dictando conferencias. Era un investigador muy reconocido en el ámbito de la inteligencia artificial. Lejos de sus orígenes se encontraron, se sentían raros, con gran respeto se saludaron, la cordialidad estaba a flor de piel, pero ambos sentían, aunque intentaban no demostrarlo, una gran atracción, se les notaba en sus ojos, por ese amor que no pudo ser.  Ambos habían tomado rumbos diferentes y nunca se habían encontrado hasta ese día. En su momento fueron la pareja de envidia, vivieron un romance en las playas del norte de su país, todo lo hacían juntos, a pesar del impedimento del padre de Lorenzo.

Lorenzo, recordó esos momentos que vivió en su adolescencia en su pueblito al norte de su país. En sus crisis nostálgicas, él decidía salir de la gran ciudad y refugiarse en su pequeño pueblo, donde el mar era su gran imán. Siempre había sido cautivado por los paisajes naturales originados por esos crepúsculos marinos.

Siempre supo robarle momentos al ocio para encontrarse con la naturaleza de su pueblo. En ese ir y devenir conoció a aquella flacucha en su dimensión natural, Cristina era su nombre. Se habían conocido desde muy temprana edad, pero no como aquel viaje donde empezó a admirarla por sus encantos y su espontaneidad. El recuerdo inicial que Lorenzo tenía de ella, era con uniforme escolar yendo al único colegio de mujeres de la ciudad. Su madre, con el tiempo se convirtió en su entrañable amiga. Una persona digna de admiración, Lorenzo recuerda que siempre la había conocido en su negocio de jugos y sándwich en el plaza principal de la ciudad, fueron los primeros y deliciosos jugos que probó en su niñez, por eso cuando viajaba a su ciudad se deleitaba con sus deliciosos jugos preparado con sus prodigiosas manos, el jugo de naranja era su predilección.

Con el correr de los años, los padres de Lorenzo optaron por enviarlo estudiar a la capital, según el parecer de sus padres, las oportunidades en su pueblo no eran las idóneas para formar a un hijo profesional. El siempre volvía en sus vacaciones a su ciudad, a recorrer las hermosas playas vírgenes y correr con amigos por la playa ó a divertirse, recibiendo la hermosa brisa marina. Siempre recordaba a sus amigos de infancia, estaban en su memoria al igual que los atardeceres hermosos viendo la caída del sol, de esos hermosos paisaje que se formaba en sus playas, cuanta añoranza para él. Hoy era un simple recuerdo, lejos y con frio pero cerca a quien pudo ser su sin par.

Cuando culminó sus estudios profesionales, Lorenzo viajaba con mayor frecuencia a su ciudad, se había independizado económicamente y le estaban sucediendo cosas muy maravillosas en su vida profesional. Un día llegó a su ciudad, y como siempre visitaba a sus queridos amigos, Don José Rosales, Koko Shales, los amigos del colegio primario y secundario. Allí se enteró que contaba con una nueva vecina, la Sra. de los jugos se había mudado muy cerca a su casa y ahora era su vecina, entonces allí empezó a cambiar el destino de su vida.

Fue entonces, que en una de las tertulias nocturnas con su amigo don José Rosales apareció ella, después de muchísimos años la veía, había cambiado mucho, ya no era la chica flacucha como la había conocido, había crecido y cuanto había crecido, Se saludaron y empezaron a cultivar una bonita amistad. Ella vivía en la capital del departamento, allí es donde estudiaba. Durante esa estadía se convirtieron en muy buenos amigos, solían dialogar por interminables horas, su madre se deleitaba de ellos porque sabía que se había creado una muy bonita amistad. Ella siempre ávida que le cuente de sus experiencias en la universidad donde Lorenzo había estudiado, de lo que hacía en la gran ciudad, qué era lo que pensaba para su futuro. Cristina se quedaba admirada por sus proyectos de vida, Lorenzo siempre tenía tema de conversación y cuando podía, la reprendía por algunas actitudes que en lo particular le desagradaban, ella se lo agradecía después. Así cultivaron una muy bonita amistad, desde esos días no pararon en hacer que el arte de la conversación sea el vínculo de una muy buena amistad. Siempre se buscaban, ya sea estando muy lejos, ella en el pueblito norteño y él en la gran ciudad, siempre buscaban la manera de encontrarse por el hilo telefónico, siempre había tema de conversación y cuando se volvían a encontrar en su pueblito, salían  caminar por las playas, contándose sus sueños, sus ilusiones, sus quereres, riéndose de muchos cosas jocosas, de sus anécdotas, pero siempre la recriminaba cuando ella hacía gala de su mofa, de sus críticas ácidas, de sus burlas, es allí cuando el silencio de ella era sepulcral porque Lorenzo arremetía con toda su batería de reprimendas, y jalada de orejas, al final terminaban pidiéndose disculpas y prometiéndose no volver a cometer esos mismos errores.

Así pasaron los años, cada vez que Lorenzo viajaba a su ciudad, hacía acto de presencia en su casa para buscarla, a veces su mamá le indicaba que estaba estudiando en la capital del Departamento y que tal vez el fin de semana llegaba a visitarla. Llegado el fin de semana aparecía siempre con su sonrisa a flor de piel y se enfrascaban nuevamente en una tertulia interminable, con sus bromas. Eran momentos de gran regocijo para ambos, claro, a veces eran presa de las envidias ajenas por su relación sincera, en lo particular, trataban de mantener un espíritu autista y no ser contaminados por las envidias y esos odios viscerales nacidos de la nada.

Por esos tiempos Lorenzo había ya comprometido su relación con una persona que estimaba por su candidez, por su simpleza, pero que lamentablemente no tuvo el carácter para tomar sus propias decisiones y ocurrió que la relación se desvaneció o mejor dicho desbarataron ladrillo por ladrillo lo poco que se había edificado, argumentando que no era merecedor de esa relación, pues la formación teológica de Lorenzo era incompatible a sus intereses ó prédica. Lorenzo Lamentó mucho ese rompimiento ajeno a su voluntad y se sintió culpable por muchos años de esa decisión tomada, creyó que debía cambiar o repensar sus acciones y sobre todo mirar a Dios con otros ojos, con los ojos que ellos se lo estaban imponiendo. Así pasaron los meses, Lorenzo sumido en una profunda depresión y melancolía añorando recuperar lo arrebatado, extrañando a su Aldonza Lorenzo, pero fue en vano, comprendió después, que fue el mejor favor que le hicieron, pensó que el amor no se dicta por religiones o creencias teológicas, eso nace, se alimenta de dos y se mantiene vivo si es sincero. En todo esos avatares, siempre estuvo presente Cristina, su amiga incondicional aportando su cuota de amistad, haciendo que la pena de Lorenzo se disipe, soportando sus berrinches por no querer aceptar la realidad. Lorenzo se sentía como un enfermo convaleciente a lado de su enfermera que atiende a su paciente en cuidado intensivos. Ella se tomó muy a pecho el papel de consejera espiritual, de doctora corazón.

Lorenzo Seguía viajando a su ciudad, ahora con mayor frecuencia, pues su abuelo, una persona de entrañable personalidad a quien había respetado por sobre todas las cosas, se encontraba muy enfermo víctima de una enfermedad incurable. La presencia de sus seres queridos que lo visitaban de vez en cuando, hacía amenguar su dolor. Se había comprometido visitarlo siempre que pudiese, sentía un gran regocijo conversar con él y a la vez una gran pena, saber que pronto iba a dejarlos, se enfrascaba en una conversa con él, viajaba al pasado familiar con él y se sentía muy orgulloso de llevar su apellido. Siempre lo admiró, un buen amigo que supo aconsejarlo y encaminarlo para ser lo que siempre quiso ser, un estudioso un intelectual. "Tu disciplina, tu responsabilidad como persona te llevará a lugares insospechados, siempre recuérdalo, si decidisteis estudiar para ser lo que eres, es porque tu destino estaba trazado, solamente te supimos orientar", eso siempre se lo repetía, se guardaban mucho respeto y orgullo. Después de su partida, Lorenzo lo extrañaría por siempre y en sus tertulias familiares solía comentar los diálogos con su abuelo, el abuelo Manuel.

Amores truncos, dolores familiares, amistades sinceras y otras cosas más, es parte de este libreto de vida que se escribe con el paso del tiempo. Lorenzo, en su ciudad vivió todo eso. Cristina su amiga, ahora la veía con mayor frecuencia, a pesar de todo ella seguía allí, con su risa, sus cuidados de enfermera por su paciente de cuidados intensivos. Solían visitar las pocitas, que era el lugar favorito de ambos, la punta y bañarse en la playa, compartir un delicioso ceviche en el restaurant de su tía que recién había inaugurado en el puerto, hacían muchas cosas en común, tal vez eso fue el origen de envidias. A veces la felicidad ajena causa envidias, no sé si esto sea parte de la condición humana, así pensaba Lorenzo, y él no creía tener ese gen y no quería ser contagiado.

Así pasó el tiempo, y resultó que esa amistad saltara un peldaño, Cupido visitó los corazones de Lorenzo y Cristina. Siempre volvían a visitar aquellos lugares favoritos, aquellas playas eran el único testigo a quien le confiaban sus sentimientos. A veces Lorenzo sentía un sentimiento de culpa al ver que Cristina descuidaba sus labores en casa y él hacía lo mismo, se habían vuelto dependientes el uno del otro, procuraban siempre robarle tiempo al ocio e iban a la playa, a las fiestas sociales que se organizaban y caminaban por doquier por el simple hecho de estar juntos haciéndose bromas ó enamorándose. Se entristecían cuando Lorenzo tenía que dejar su ciudad y volver a la gran ciudad a continuar laborando. Las despedidas eran muy tristes, intentaban no ser presa de la tristeza pero era imposible, en el bus de regreso a la gran ciudad, las lágrimas de Lorenzo eran sus compañeras de viaje, se imaginaba que ella se acompañaba en las noches con sus lágrimas. El hilo telefónico era el único lazo vivencial para amenguar sus nostalgias. Cuando el ocio volvía a visitar a Lorenzo, programaba nuevamente su pronto retorno, así sus alegrías volvían a su cauce emocional y dejaban de darle pena a la tristeza.

Después de estos encuentros Cristina tomó la decisión de ir a la gran ciudad y continuar sus estudios. Detrás de su decisión tal vez estaba en no volver a ser presa de las nostalgias originadas por sus ausencias, que por cierto ambos eran conscientes que se envolvían los dos en una profunda depresión. Sus sentimientos eran intensos y consideraron que era lo mejor estar cerca. En la gran ciudad tuvieron que crear ó inventar nuevas agendas para los fines de semana. Por un buen tiempo fue muy gratificante, sus sonrisas eran complementos y pensaban que iba ser así siempre. El tiempo pasó y nunca entendieron que sucedió con esa chispa inicial, se fue apagando, nunca discutieron, nunca se faltaron, pero los envolvió esa llama delirante y degradante, no supieron dar cuenta del estado en declive y fueron convirtiendo esa llama inicial en un nadismo sentimental. Ella volvió a su pueblo y Lorenzo se quedó en la gran ciudad, de vez en cuando se comunicaban y se contaban sus quehaceres pero en el fondo siempre guardaron una tristeza que no la supieron aflorar en palabras, sus miradas hacían entender esa tristeza oculta que llevaban, los días pasaron, los meses pasaron y algunos años pasaron. Cada cual trazó su rumbo y perdieron el contacto por años. Sus vidas continuaron por líneas diferentes. Lorenzo retomó su vocación de siempre, la que había cultivado con su amigo de infancia, empezó a vivir y crear mundos originados por esos prodigios de las plumas y se volvió a enamorar para siempre de Dulcinea del Toboso, personaje aquel creado por Cervantes y así confirmó su gran amor a la prosa de sus amigos los escritores, siempre los consideró amigos porque le hicieron vivir y le hicieron crear mundos ideales, consideraba, que era parte de la consecución del género humano. Así Lorenzo empezó a escribir algunas líneas tratando de plasmar en ella sus vivencias, sus sueños y evocar momentos sublimes donde Dulcinea - Cristina siempre estuvo con él.

Con el advenimiento de las nuevas tecnologías de información, Lorenzo empezó a experimentar que las distancias y los tiempos se acortaban. No imaginó encontrar y recuperar amistades olvidadas. En uno de esos viajes rutinarios por la autopista de las comunicaciones, logró conectarse con Cristina. Lorenzo se quedó sorprendido, pues sabía poco de ella. Cada vez que viajaba a su pueblo, siempre iba a saludar a la mamá de Cristina, trataba de no tocar el tema de su querida hija, pensaba que haciéndolo estaba trasgrediendo o trastocando un herida del pasado. Por eso sabía poco o casi nada de su destino. Esta vez el destino virtual hizo que se encontraran en el ciberespacio. Retomaron el hilo de la conversación, ella vivía lejos del país, de nuestro pueblo y él se había establecido en la gran ciudad. Se contaron sus vidas. Muchas de las tertulias virtuales sirvieron para retomar la amistad como fue en un principio, pero llegado el día - eso siempre lo pensó Lorenzo - iban a tocar el tema de su alejamiento. Fue muy triste para ellos tocar ese tema, tocaron fibras sentimentales, la tristeza los invadió como las veces en que se separaban cuando tenía que Lorenzo volver a la gran ciudad, intentaron encontrar la respuesta al porqué de su separación, ella se sentía culpable tal vez por haber tomado la decisión venir a la gran ciudad. Lorenzo conjeturó tal vez que fue por la sobreexposición juntos y ser presa del aburrimiento involuntario. Pusieron muchas conjeturas pero eso no iba a llegar a nada, sus vidas ya estaban trazadas y por más que encontrasen la respuesta no les iba a devolver los sentimiento idos. Lorenzo se acordó de esa historia de amor que García Márquez lo describió en su libro "El amor en los tiempos del Cólera" y la compartieron juntos. Simplemente el destino así lo quiso y hoy su amor quedó en silencio respetando sus espacios y respetando a su entorno.

Hoy solo queda en sus memorias, esa hermosa historia que pudo ser pero que quedó guardada en su mar norteño bajo el sol caliente junto a una posa natural de agua transparente, salada y tibia, donde un día Cristina fue Dulcinea y Lorenzo su Quijote.

Así fue...



"Todo depende del lugar
Que yo me fui. Eso esta claro
Pero tu recuerdo no se va
Siento tus labios en las noches de verano
Ahí están, cuidándome en mi soledad
Pero a veces me quieren matar "


martes, 28 de agosto de 2012

Caer en el realismo

Caer en el realismo

Cuando el aire es limpio, ves el horizonte. Pero cuando crees que el aire enrarecido por la incertidumbre, en algún momento aclarará, te estás engañando; no tienes la certeza si vas a ver el horizonte. Aunque quieras convencerte que esperarás en silencio a que el aire se limpie.

Pisar firme, ser realista, es ir por el camino con la certeza que en algún momento llegarás a tu destino. Vivir la realidad puede ser frustrante, vivir de sueños puede ser ilusorio, pero llena al corazón; ser presa de esa ilusión puede ser una droga ó un encantamiento. Escuchar una voz suave, una frase llena de candor, puede ser un bálsamo para el espíritu, pero eso no es todo, vivir...si... vivir pero con la realidad en tus manos. Uno es escultor de su destino, esculpiendo cada momento, cada acción que crees que te hace crecer...yo elegí caminar con la prosa, embriagarme con el papel y la tinta, creo convencerme que así lograré despejar mis dolores internos, mis angustias, mis desilusiones, mis errores pasados y los lastres cultivados en mi vida.

No te pido que me admires, solo pido que crezcas. El mejor regalo que te puedes dar es crecer interiormente, así entenderás que puedes liberarte o dominar tu libre albedrio.

La soledad, como el silencio, a veces duele, pero es necesario...seguiré mi camino como siempre lo soñé, espero algún día encontrarte en la misma ruta...la ruta de la libertad personal, donde la gris materia esté libre de prejuicios, limpia de complejos, pero llena de sabiduría...espero estar en el camino correcto.

Si elijo este camino, no es por egoismo, mi crecer me lo pide...tienes que encontrar tu camino y crecer.

Me incomoda la superficialidad, allí no hay esencia, siento que involuciono...no puedo elegir eso.




miércoles, 25 de julio de 2012

Siento tu ausencia

Siento tu ausencia

Siento tu ausencia, tu lejanía
a pesar de este dolor
siento paz en mi ser
siento que sacrificar es demostrar mi querer
sacrificio para vivir por siempre
sintiendo al infinito mi querer

Seguiré el camino trazado
dejando mis penas en el trajinar
esperando amenguar la carga
pero mi sentimiento permanecerá

Siempre seré fiel a este sentimiento
el tiempo se envejecerá
pero mi querer mantendrá la lozanía de su juventud
aunque dudes de mi...eso no lo cambiaré

Iré a mi refugio y esperaré prosando
elegí esta vida
es mi certeza para conseguir la felicidad
por retazos...pero es vida.
 
Mi gris pensar no es compatible con el tuyo
eso no define mi querer
me apena que no puedas llegar
teniéndolo todo...siento pena ajena
el problema del conformismo.

Solo sé que estaré siempre allí
guardando mis pensamientos
sabiendo que estas en los mios
aunque este lejos, yo estoy cerca
aunque a veces no hable, yo estoy cerca
aunque dudes, yo estoy cerca

sábado, 30 de junio de 2012

Porqué...?


Porqué...?

Porqué las cosas terminan ?
Porqué existe el fin ?
Porqué las cosas buenas no continuan ?
Porqué te fuistes?..conocimiento

Me rehuso a seguirlos
Soy contracorriente
Soy rebelde...el Sr de la triste figura me educó así.

Siento que te vas...porqué?
Ese mundo no ayuda a crecer
No quiero ser el inquilino de Altamira
Yo te quería, te quiero y te querré por siempre
Porqué cambiar ?
Ese no es el camino...ese no es destino
Porqué Sr...porqué dejastes que esto pasara ?
Despertaremos...?

Tenias y no supiste escuchar, aprender, cultivar, caminar
Tal vez me preguntes...
Pero si me tenias...si el oráculo estaba descifrado?
pero si me tenias...porqué lo elegistes?
porqué...?

Siempre estaré esperándote, en la misma estación
junto a mi mar... solitario
sintiendo su brisa...esperando que limpies mi nostalgia

martes, 26 de junio de 2012

Ausencia


Hoy siento la ausencia, pero me admiran...yo que hice?...nada
simplemente caminar con la cordura y mi gris pensar
Porque despertaste...?
Porque dejastes que mi pena se convierta en prosa?
Sueño con describir el mundo en mi pluma sin mencionarte...sueño describir
mi pobreza de antaño, decifrar mis locuras sensatas y que aflore mi vanidad...
Porque no te busqué..?...el egoismo estuvo allí, no mi objetivo final, hoy lo entiendo
la vida continua y eso no cambiará, pero ha cambiado el sentir.

Caminar, simplemente caminar y cultivarse para crecer por siempre, ser contracorriente,
ir contra el orden establecido, hoy que los inquilinos de Altamira son mas...

Quisiera derrotar a los molinos del Quijote, así podré sentarlo en su sitial y que el
orden se establezca, mi orden, tu orden, nuestro orden...
...



lunes, 11 de junio de 2012

El triángulo del amor

Gracias al reencuentro, pude desempolvar de mi memoria esta hermosa anécdota que no esperé dejarla pasar y plasmarla con mi pluma.

El triángulo del amor

Este fin de semana ha sido muy intensa, sentimientos a granel por doquier. Este reencuentro te deja perplejo, anonadado. Amistades que por muchos años no las veías, hoy las vuelves a encontrar y te envuelves en un abrazo que quisieras que nunca se acabe. El tiempo es el culpable y un testigo fiel, son amistades reales y tu alma se llena de vida. Rios de lágrimas tengo en mi ser hoy, aun no puedo digerir tantas emociones en tan poco tiempo. Gracias por el 45 onomástico de mi colegio, ese colegio que lo llevo en mi corazón, que me enseñó amar a la ciencia, a la humanística, a crear grandes amistades y también grandes amores, y precisamente de uno de esos amores se trata esta historia.

Ella de menudo ser, pero de una inteligencia prodigiosa, era la más aplicada del salón, la de las notas de excelencia. Me enamoré de ella tal vez por su espíritu valiente, porque asumía los retos con entereza. La relación se intensificó más cuando estábamos fuera del colegio, éramos ya ex-Palletinos. Yo ingresé a seguir mi carrera de ingeniería y ella su profesión de enfermería. El respeto mutuo fue nuestra bandera, pero teníamos enormes dificultades para frecuentarnos, el correo electrónico no existía, el celular menos, solo el teléfono fijo era el fiel testigo de conversaciones efímeras. No teníamos los recursos para darnos el lujo de ir al cine, o disfrutar de un jugo y compartirnos, pero teníamos algo que sí lo dábamos de sobra, el sentimiento del amor.

Un buen día pactamos encontrarnos en nuestro parque preferido, a mirar los peces y sentarnos a conversar. Creo que me levanté con el pie derecho, caminando por el parque tuvimos la dicha providencial de encontrarnos un billete de nada menos diez soles. No teníamos la menor idea a quien le pertenecía porque a nuestro alrededor no había persona alguna, nos miramos y nuestra sonrisa se fue haciendo intensa, sentí leer su pensamiento y ella el mio, sentimos que Dios nos había regalado un pedacito de felicidad hecha dulce, porque lo primero que atinamos fue a recurrir a un modesto puesto de golosinas y me dejó que le comprara un gusto de mi parecer y ella hizo lo mismo, sin darnos cuenta coincidimos en nuestra elección, nos compramos un triángulo de chocolate para regalarnos. En ese momento sentí que Dios estaba con nosotros envolviéndonos de nuestro querer, fue el momento más mágico que pude sentir a su lado y que hoy al volverme a encontrar con ella recordamos aquella anécdota que nos hizo felices gracias al triángulo dulce del amor.

lunes, 21 de mayo de 2012

El pasado sirve para mejorar las condiciones del presente

La identidad de un pueblo se da por su pasado histórico, por esa riqueza natural y cultural. Máncora no es ajeno a eso. Nosotros los mancoreños somos descendiente de una cultura milenaria y me atrevería a decir, a la par con la cultura Caral. Desde hace mucho tiempo venimos difundiendo por este medio la riqueza de nuestro pueblo para que nuestras futuras generaciones y porqué no decirlo, las actuales generaciones, no pierdan su identidad. Lo hacemos con el único interés de conocer nuestro pasado histórico y de sentirnos orgullosos que por estos lares se inició una civilización que fue la cuna de formación de las principales culturas de América del Sur.

Tengo recuerdos vívidos de hace algunos años, de nuestros encuentros con mi amigo “Koko” Salas en nuestra plaza principal de Máncora por las madrugadas en la penumbra, pues el suministro eléctrico se entregaba hasta las 12:00 de la noche. Nuestras tertulias se centraban sobre obras literarias y sobre nuestros orígenes como mancoreños, habíamos escuchado muchas historias sobre el particular e intuíamos que nuestros orígenes eran milenarios, ahora podemos afirmar que nuestro olfato histórico estaba en lo correcto, prueba de ello es este nuevo artículo que nos entrega mi amigo “Koko” Salas. Trabajo documentado que merece la atención y reconocimiento por el esfuerzo denodado que esto demanda.

Una vez más, agradeciendo tal deferencia, me atrevo a publicar este artículo que de seguro inflará de orgullo a los que tuvieron la dicha de nacer en esta hermosa tierra, hoy conocida como uno de los paraísos turísticos del norte del país. Asimismo se tome conciencia de la contribución que Máncora ha dado históricamente al país y de lo bien que debe ser atendida ó resarcida.

EL PASADO SIRVE PARA MEJORAR LAS CONDICIONES DEL PRESENTE

Máncora y su derecho indemnizatorio

Máncora enclave humano antiguo, Máncora hacienda, Máncora distrito ¿qué diferencia puede haber entre las tres áreas geográficas determinadas si se tiene algo en común? ¿y que es ese algo en común para el objetivo del presente artículo?

El nombre, Máncora y lo que desde esa perspectiva se puede conseguir para resarcir a su pueblo.

El nombre que se le pone a una persona, un pueblo, un área, una cosa, un equipo de fútbol, una asociación, etcétera; tiene un porque, porque no se le pone a cualquiera de lo nombrado una identificación si es que no tiene un antecedente, una motivación o algo que tenga validez para nombrarlo de tal o cual manera.

A raíz de las investigaciones que he realizado por conocer la historia de Máncora y creer firmemente en que se le debe resarcir, refuerzo mi tesis con lo que leo de Alfredo Fujita Alarcón, un arqueólogo que sostiene que la historia como ciencia social debe servir a las personas, naciones y pueblos para apuntalar su desarrollo. Es entonces que desde esa perspectiva me atrevo a pensar que debe dársele a Máncora el lugar que le corresponde dado que recuperar su territorialidad de antaño sería un sueño de tontos, pero si podemos de algún modo indemnizar a sus hijos.

La pesca

Máncora debe ser resarcido económicamente por el estado porque ha sido ninguneado desde antaño, cercenado su territorio y desconocido se su aporte al desarrollo no solo del norte sino del Perú. Entiéndase bien, Máncora siempre aportó al fisco o generó fabulosos movimientos económicos y por tanto otorgó trabajo y riqueza. La pesca es un claro ejemplo de ello. Hubo un tiempo que hubieron más de 22 empresas operando aquí y se explotaron sus riquezas marinas llegándose incluso a extraer más de 10 mil toneladas de pesca de calidad como de el pez espada, pez vela, etc., que eran exportados al Asía, EE.UU y Europa.

En esa época no hubo canon pesquero como si lo hay hoy en día que revertiera económicamente por la explotación de su rica biomasa hidrobiológica para mejorar sus condiciones y se ofrezca una calidad de vida óptima a los mancoreños y mancoreñas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. El famoso banco pesquero de Máncora, hoy; ya no es lo que fue antaño, ha sido sobre explotado y su riqueza prácticamente acabada.

¿Quién resarce o repara eso?

El Carbón Vegetal

Mucho antes del boom pesquero, se explotaba el carbón vegetal del rico e inmenso bosque de la quebrada Fernández y aún se puede dar fe de ello porque quedan personas en este pueblo que lo testifican puesto que trabajaron directa o indirectamente en esta industria. La explotación del carbón en Máncora es muy antigua y hay evidencias escritas de lo que sostenemos sino atiendan lo que nos dice el libro “Derrotero de la Costa Peruana” del marino Aurelio García y García en la que testifica que a fines del siglo XIX en grandes balsas se llevaba el carbón a los barcos que luego lo llevaban a Paita y el Callao para que sean utilizados en los ferrocarriles y barcos a vapor de la época o seguro se le daba también otros usos. ¿Cuánto tiempo Máncora movió la industria del transporte terrestre y marítimo en el Perú y acaso en América y en ese sentido, cuanto fue su aporte?

El petróleo.

Cuando Faustino Piaggio comienza con la explotación del oro negro en Zorritos a más de media mitad del siglo diecinueve, esta localidad tumbesina estaba en los predios de la hacienda Máncora y cuando se acabó el hidrocarburo se dan cuenta los exploradores que más al sur había petróleo y comienzan a operar entre Máncora y Talara encontrando en el subsuelo este abundante recurso.

En la primera década del siglo XX se crea el distrito de Máncora el 14 de noviembre de 1908 y en su jurisdicción se extraían ingentes cantidades de petróleo y era pues lo que hoy en día es la totalidad de la provincia de Talara y por tanto cada creación distrital desde La Brea Negritos hasta el último distrito creado que fue Los Órganos en 1964 no significó más que recorte o cercenamiento a su territorio y ahora no tenemos más que 100.19 kilómetros cuadrados. ¡Qué ironía¡, de ser un área geográfica o curacazgo en épocas pre inca e inca muy extensa pasando por la época colonial en que la hacienda adjudicada al capitán español Martín Alonso de Granadino era desde los corrales de Tumbes hasta Amotape a las orillas del Chira y luego la totalidad territorial de la provincia de Talara cuando fue creado políticamente en la República, no se le ha hecho más que cada cierto tiempo quitar territorio y por tanto riqueza y entonces caben varias preguntas que hacerse ¿ que hemos recibido a cambio de tanto atropello contra Máncora? ¿Algún día recibiremos algo que permita resarcir todos estos recortes territoriales? ¿y de la explotación de sus riquezas que se hizo, que hemos recibido a cambio ?

Algunas voces dirán: está bien, pero Máncora recibe canon petrolero y con eso su municipalidad hace obras. Respondemos: solo recibimos canon por el concepto poblacional más no por la producción del petróleo. Y entonces nos dirán, es que las leyes no son retroactivas como para pensar en resarcir y como réplica diremos: no se le puede negar a quien tanto aportó, no se puede mezquinar al pueblo y a su nombre en cuyos territorios hubo mucha riqueza y en lugar de reconocérsele se le depredó y confiscó terrenos por el solo hecho que hubieron antepasados nuestros que no se dieron cuenta de lo que tenían y de lo que les estaban quitando. Los mancoreños y mancoreñas de hoy en día diremos entonces que la Ley del propio canon petrolero se hizo precisamente para resarcir económicamente a los pueblos de donde se explota el hidrocarburo pues este se agota y por tanto convoco a los profesionales de esta tierra, a sus líderes políticos , a sus instituciones más representativas y a la juventud vigorosa a presentar una iniciativa legislativa al Congreso de la República solicitando que nos RESARZAN con los considerandos históricos que ya estamos exponiendo.

Máncora es el principal destino turístico de playas del Perú, lo que no es poca cosa y por tanto es un polo de desarrollo, e incluso el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo y la propia Cámara Nacional de Turismo manifiestan que después del Cusco, Máncora es el segundo destino turístico más importante del país, porque al llegar extranjeros al Perú a conocer Machu Picchu, también llegan buscando conocer Máncora. Basta con entrar a internet para ver los miles de comentarios positivos que a través del ciberespacio se vierten, aunque también de los otros, los mal intencionados, los que no saben la realidad, los que desconocen que su municipio apenas va a tener dos millones de soles y algo más para invertir en obras el 2012.

¿Puede un polo de desarrollo turístico como Máncora hacer mucho por su progreso con ese eximio monto?

Claro que no, ¿cómo entonces mejorar su sistema de distribución de agua, como hacer un nuevo alcantarillado porque este ya cumplió con su ciclo de vida, como mejorar la seguridad implementando un mejor Serenazgo, como hacer obras de embellecimiento que mejoren su ornato, como pavimentar más calles y mejorar la atención en el centro de salud; si no hay recursos económicos para hacerlo? ¿Cómo hacer un nuevo mercado y mejorar sus escuelas?¿ como entonces construir el terminal terrestre, ¿ cómo hacer una vía de evitamiento? ¿Cómo hacer un mirador turístico? ¿Cómo reforzar los valores, la educación y la cultura?

Realmente nuestra municipalidad está recibiendo un poco más que el año pasado pero no nos olvidemos que tiene que pagar planillas de obreros y empleados, pagar la luz y el agua de parques y jardines, gastos propios de su funcionamiento, apoyos que siempre brinda a los más pobres como combustible a la ambulancia para que pueda llevar enfermos a los hospitales más cercanos y salvar sus vidas, etc., etc., lo que hace recortar su presupuesto; pero a diferencia de los otros pueblos de Talara o incluso de la región en donde al petróleo lo conocen porque se vende en sus grifos más nunca lo tuvieron, reciben mucho más que nosotros, muchísimo más.

Mucha gente opina mal de Máncora y de su gente, creen que nosotros no queremos nuestro desarrollo porque no tenemos las mejores condiciones para ofrecer a los visitantes como más agua, un mejor alcantarillado, la vía pavimentada a las Pocitas, etc., pero no saben lo que les estoy diciendo. Fuimos siempre mirados por encima del hombro, pues nunca se asignaron los recursos que Máncora se merece por eso es que sostenemos que no habrá resarcimiento que valga si es que este no se da económicamente. URGE pues la modificación legislativa inmediata de la Ley del Canon N° 29693,( Ley que homologa el Canon y Sobre Canon por la explotación del petróleo y gas en los departamentos de Piura, Tumbes, Loreto y Ucayali) a efectos que en algún momento a modo indemnizatorio reciba más recursos económicos en relación a la provincia petrolera a la que pertenecemos.

Dicho todo esto, sostenemos entonces con firmeza que es un deber ineludible acudir a la historia para resarcir o indemnizar a Máncora y eso significa lucha y sacrificio para lograr el objetivo que cada uno de los mancoreños debe hacer como suyo: el hacer que a su pueblo se le reconozca y a través de ese reconocimiento encuentre mejoras para su presente, a partir de su rico pasado.

Un abrazo de profundo mancoreñismo, Jorge A. salas Arica.



sábado, 14 de abril de 2012

Leoncio Cirilo y su Dicotomía

Leoncio Cirilo y su dicotomía

Ayer me caí, pero tuve la enteresa de levantarme y seguir caminando, sin verguenza porque creo en el verbo expulsado.

Hoy siento el renacer de la vida, el señor de la triste figura me enseñó a ver la vida con ilusión y realidad, estoy aprendiendo a desfaser entuertos, ir contracorriente y creerme. Gracias señor caballero por llegar, préstame por un instante tu armadura y entender tu hermosa filosofía quijotesca.

La vida es esa dicotomía, sueño y realidad. Es amar a su dulcinea como si fuera para siempre, pensando que algún día tome la decisión de partir para siempre al Toboso, Pero tambien pisando firme y agradeciendo a la vida, por ese don de escribir estas líneas a pesar que lamente lo que deje en el camino o no pueda hacer por mis miedos.

Mi vida sanchopancesca se mezcla con mi espiritu quijotesco, ese es el Leoncio Cirilo, un loco, pescador de sueños, artesano del diálogo sincero, lacrimogénico y humanístico.

Vivir como el Sr. de la triste figura es mi ilusión, es ingresar en la burbuja de la felicidad permanente sin que el ajeno me lastime, solo con mis ilusiones y sueños junto a mi escudero y pensado siempre que el amor de Dulcinea estará allí intacto como el primer día cuando me encontré con ella.
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viernes, 30 de marzo de 2012

Silencio

Silencio

Hoy siento dolor interior, no se si esto es diagnosticable y curable, Pero quiero el remedio. Busqué donde no pensé encontrar el silencio. Dulcinea hoy partió y me dejó su silencio para entretenerme con su diálogo infinito. Un error, una caída, dos caídas, tres caídas, que más dá.

Mis amigos, mis hojas llenas de prosa nunca me abandonarán, allí encontraré doblegar este silencio infinito, pero no me ayudará a olvidar este sentimiento que siempre estuvo y estará hasta el infinito.

Nací con el cabalístico y me acostumbré a ello, me volví original porque así lo decidí, pero me olvidé aprender del sentimiento ausente. Solo me queda caminar y entender la ausencia. Por favor prosa acompáñame siempre; contigo mi vida es mas digna de vivirla, contigo podré encontrar en los rostros la miseria humana, el deterioro gris, al inquilino de Altamira.

Quiero entender, quiero resolver esta ecuación, siento que hay una variable que no la encuentro o se me escapa. El dulcineo está perdido, está solo sin saber que hacer, qué incompleto se encuentra.

Los días seguirán, pero permanecerá por siempre lo que nació por ser original. Es inexplicable esta atmósfera, el silencio continua aunque el bullicio está, mi silencio es interior, mi ecuación es compleja. A pesar de todo, seguiré.

Nos cuesta caminar con el cotidiano, se siente el faltante, aunque la prosa, el verso ayuda, pero eso no lo es todo. Preguntar el porqué, el cómo, hasta cuando; el tiempo me enseñará, me ubicará en la ruta, pero mi memoria quedará intacta y mis manos no borrarán tu calor.

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martes, 31 de enero de 2012

Pescadores de Ensueño

Pescadores de Ensueño

Cada verano viajaba a mi pueblo ubicado al norte del país. Un pequeño pueblo de pescadores artesanales, que salian antes del amanecer a su jornada diaria en sus balsillas. Llenos de entusiasmo los escuchaba pasar por mi casa, yo aun niño me levantaba para verlos pasar con sus remos en el hombro y sus redes, eran jovenes pescadores llenos de vitalidad y quemados por el sol abrazador del norte. Al medio día regresaban a tierra después de una intensa jornada, los divisaba a lo lejos en alta mar cuando se acercaban, con sus velas blancas izadas y una turba de jovenes los esperaba para el desembarco, siempre traian esquisitos manjares, cabría, robalo, congrio, ojo de uva, etc. Me entusiasmaba ver una variedad de pescados y le agradecía a Dios por su generosidad, por ser muy dadivoso con sus hijos mancoreños, siempre he creido que Dios ha sido generoso con sus hijos del norte, les proveyó desde siempre de generosos alimentos como el pescado y mariscos, desde cuando Mancora fue poblado por nuestros primeros pobladores, como el Sr. Mancura, el Sr. Ñuro y tantos hombres que hoy han quedado plasmados en el recuerdo.Esa fue mi infancia siempre al lado de mis hermanos pescadores, Juan, Pedro, Jorge, Ancajima, Changuata, Kuway, Jimmy, Oswaldo, Huayas y tantos que hoy son maestros conocedores de los espacios mas recónditos del alta mar norteño. Cuando pasaron los años, me ausenté de mi terruño, me interné en los claustros universitarios para conocer ó entender el mundo de las ciencias, añoraba estar por un momento en mi espacio, en mi mundo de infancia, cerca a una balsilla, junto a mi amigo Charly, el can fiel amigo de años, oler la brisa marina y escuchar las olas en constante trajinar, recuerdos imborrables que los evoco como si fuerán ayer. Así crecí y empecé a entender la vida sencilla. Con ellos conocí la solidaridad, la humildad, el siginificado del sacrificio. Su rutina constante al iniciar el día me ayudó a comprender la disciplina que se debe tener cuando se propone objetivos claros en la vida.

Cuando empecé a volver en mi adolescencia a mi pueblo, volvia a mi playa ayudar a mis amigos a varar sus balsillas, nos confundiamos en un fuerte apretón de manos, mi alma se llenaba de una inmesa alegría y regresaba a mi casa con un pequeño pescado muy contento por aquella jornada, por reencontrarme con mis amigos y estusiasmado esperaba que mi madre se internara en la cocina para que nos deleite con un potaje riquisimo a base de pescado fresco que me habían regalado. Por eso y muchas cosas regreso a mi pueblo para recordar y respirar esos aires idos por los años. Mis playas fueron los fieles testigos de mi crecimiento, de mis amores, de mis tristezas, de mis primeros besos a mi dulcinea del Toboso - que me disculpe el caballero de la triste figura - yo también tuve a mi dulcinea, de carne y hueso, fue para mi la sin par, por ella aun sigo desfaciendo entuertos en la vida y buscando que mi alma aun siga descifrando esos recuerdos que mi Mancora me dió.

Caminábamos algunos kilometros al sur de mi pueblo por la playa, siempre soliamos llegar al punto medio de recorrido entre mi pueblo y el siguiente, a lo lejos divisábamos por los cerros los equipos que extraían en petróleo del subsuelo. Nos adentrábamos mas al mar aprovechando que la naturaleza había hecho lo suyo hace miles de años, una enorme peña hacía la vez de muelle natural, alli encotrábamos grandes cangrejos y se podía pescar con cordel, le llamabamos "peña mala", las olas rompian el silencio y nos bañabamos cual ducha natural, nosotros felices porque la naturaleza nos regalaba esos refrescos. De regreso a nuestras casas, felices llegábamos con algunos pescados, listos para ser degustados por la noche, ese era el momento de comentar con entusiasmo nuestra jornada y de como habíamos conseguido el manjar que estabamos comiendo y que gustósamente mi madre lo había preparado.

Cuando caminábamos hacía el norte por la playa, nos encontrabamos con los esteros, pequeñas lagunas donde el agua marina se encontraba con el agua de las quebradas en un romance silencioso, nosotros los jóvenes eramos sus fieles testigos de ese yoguismo, de alli podíamos extraer el fruto de ese amor dulce salado que eran los langostinos. Tambien era el lugar preferido de los amores encondidos de los jovenes, muchos eran dueños imaginarios de esos parajes y se podían tomar la libertad para regalarles a sus dulcineas un pedacito de playa, unas piedritas de colores en forma de amor, o simplemente le regalaban su amor junto a la brisa marina. Era inmensamente rico junto a mi dulcinea porque podía ofrecerle ese pequeño espacio que me hacia muy feliz. Tambien fué mi regocijo, cuando mis seres que tanto amo me dejaron para no volver a ver sus presencias, ese espacio fue el testigo de mi gran dolor, de esas profundas grietas que me marcaron por siempre, derramé lágrimas y las entregué al mar pensando aliviarme, entendí entonces, que ese iba a ser mi espacio para encontrarme, siempre acudo allí para evocar mis recuerdos, ser feliz en ese pequeño retazo de tiempo y vivir.