miércoles, 7 de mayo de 2014

Huellas

Huellas

Siembra un arbol escribe un libro y ten un hijo. Son pequeños hitos que debes dejar en tu vida, eso evidencia que tu paso en el tiempo, en este corto trajinar, no ha sido en vano. La huella de vida queda marcada tal vez con estas tres principales acciones. Esto me recuerda la oportunidad que tuve al sembrar un árbol junto con mi madre en aquel patio de mi casa, ello nos dió sombra por muchos años, allí soliamos reunirnos y platicar bajo la sombra, sentir la frescura que nos dió aquel hermoso árbol. Hoy, en mi visión con el paso del tiempo, me doy cuenta que un simple accionar nos cambió, permitió nuestra integración como familia y bajo ese amigo de sombra pudimos encontrarnos, sonreir, pasar momentos agradables y robarle un retacito de felicidad al destino. Esos pequeños momentos fue tal vez lo que ha marcado mi vida. Hoy no tengo la dicha de tener a mi fiel amiga que me ayudó a sembrar ese hermoso arbol, pero me dejó una gran huella, la huella del compartir, de integrar, de mirar a la naturaleza como una amiga fiel en una convivencia sana. 

Tal vez en mi inconciente escribieron parte del 0n libreto de mi futura vida. Desde que tuve uso de razón entendí hacerme una hábito donde lograra crecer interiormente, eso siento haber logrado por ese amor a la lectura. Hoy después de haber recorrido cierto tramo de vida y el haber compartido innumerables mundos mágicos bajo silencios exquisitos por ese amor a la prosa, empecé a sentir que alguien empezó acompañarme a compartir esos silencios. Hoy podemos intercambiar opiniones y visiones de esos mundos mágicos, de esos macondos creados en nuestra imaginación. Esa compañía es mi primogénita y es quien hoy me llenó de felicidad cuando me pidió no un juguete moderno, o una de esas prótesis de matar el tiempo, simplemente me pidió el buscar conmigo sus libros de predilección. 

Me lleno de regocijo hoy al compartir con mi hija gustos comunes. Estamos emprendiendo y descubriendo una nueva forma de integración. Solemos comentar los libros de nuestros gustos y coincidiendo en ese noble hábito del ocio que es la lectura. El Silencio es nuestro aliado para viajar a esos mundos que nos regalan nuestros amigos los grandes escritores como Hemingway, Sabater, Cervantes, Borges, Jostein Garder, etc. y nuestro amigo GABO que recientemente nos ha dejado. Nuestros dialogos se enriquecen al comentar lo que leemos y me llena de orgullo que en esta transmisión de hábito me haya permitido retar a su libre albedrio y de que manera mis manos están  esculpiendo su destino. Espero algún logre conocer a mi gran amigo "El caballero de la triste figura" y podamos sentarnos bajo ese árbol que nos ha dado sombra por años, comentar a ese Quijote que es mi referente, tal vez asi pueda entender y decirle al destino que la huella sigue caminando en estas dos generaciones de familia.

Mi percepción es haber sembrado una semilla en mi inconciente trajinar y hoy en ese compartir, descubro que acciones pequeñas hacen grande un bienestar. El intercambiar ideas, pareceres, mensajes, etc, sientes que eres un artesano de vida. Eso sea tal vez los pequeños acicates que te permitan seguir escalando, ser un ladrón de esos pequeños retazos de felicidad y así eviten que el egoismo y la soledad se instalen en tu espacio de vida.