jueves, 22 de agosto de 2013

Puede Suceder


PUEDE SUCEDER

Él llegó con el entusiasmo de ver e intercambiar algunas ideas y noticias de actualidad; se había anunciado que su amigo el psicoanalista iba a firmar sus libros, él llenó de preguntas su alforja, listas para gatillarlas en el momento oportuno. Llegó pero el intelectual hacía unos minutos había partido. El ánimo se le desvaneció abrigando la esperanza que tal vez podía volver, la promotora de tal actividad hizo lo posible de ubicarlo para robarle unos segundos y pueda volver a su ausente aposento que le sirvió para plasmar su pluma en los libros de su autoría. El intelectual brilló por su ausencia, no volvió. Para calmar su malestar intentaron invitarle una taza de bebida calienta, pues el frio hacía su cometido, él con el caracter que le caracteriza pudo domar al cerebro reptiliano que lleva consigo y no se dejó llevar por la adversidad coyuntural, al contrario se enfrascó en una tertulía interesante desde la gastronomía pasando por su infancia y las paradisiacas playas de su querido norte, tanto así que por un momento olvidó la reunión programada horas después con sus amigos con quienes compartió carpeta en el claustro universitario donde se formó. De la adversidad ó de la frustación él pudo aprovechar ese momento para intercambiar sus gustos y compartir alguna que otra broma, el ambiente era propicio por la campañía. Belleza e inteligencia son dicotomías infrecuentes en un ser, bastaron unos momentos para entenderlo, o será que tal vez esa era la recompensa, ó el acicate para apaciguar sus demonios. Entendió entonces que un paradigma se puede romper fácilmente, un prejuicio que lo había mantenido por siempre puede ser una excepción y este era uno de ellos. En pocos instantes descubrió que la promotora era cultora de la buena tertulia y del buen hablar, cosa muy venida a menos hoy. Impresionado por dicha virtud se aprovecharon los tiempos para intercambiar opiniones diversas y dejar que esa casualidad del destino, adversa por la falta de unas firmas en sus libros, sea reemplazada por la simple belleza e inteligencia descubierta ante una ausencia inesperada.