lunes, 21 de mayo de 2012

El pasado sirve para mejorar las condiciones del presente

La identidad de un pueblo se da por su pasado histórico, por esa riqueza natural y cultural. Máncora no es ajeno a eso. Nosotros los mancoreños somos descendiente de una cultura milenaria y me atrevería a decir, a la par con la cultura Caral. Desde hace mucho tiempo venimos difundiendo por este medio la riqueza de nuestro pueblo para que nuestras futuras generaciones y porqué no decirlo, las actuales generaciones, no pierdan su identidad. Lo hacemos con el único interés de conocer nuestro pasado histórico y de sentirnos orgullosos que por estos lares se inició una civilización que fue la cuna de formación de las principales culturas de América del Sur.

Tengo recuerdos vívidos de hace algunos años, de nuestros encuentros con mi amigo “Koko” Salas en nuestra plaza principal de Máncora por las madrugadas en la penumbra, pues el suministro eléctrico se entregaba hasta las 12:00 de la noche. Nuestras tertulias se centraban sobre obras literarias y sobre nuestros orígenes como mancoreños, habíamos escuchado muchas historias sobre el particular e intuíamos que nuestros orígenes eran milenarios, ahora podemos afirmar que nuestro olfato histórico estaba en lo correcto, prueba de ello es este nuevo artículo que nos entrega mi amigo “Koko” Salas. Trabajo documentado que merece la atención y reconocimiento por el esfuerzo denodado que esto demanda.

Una vez más, agradeciendo tal deferencia, me atrevo a publicar este artículo que de seguro inflará de orgullo a los que tuvieron la dicha de nacer en esta hermosa tierra, hoy conocida como uno de los paraísos turísticos del norte del país. Asimismo se tome conciencia de la contribución que Máncora ha dado históricamente al país y de lo bien que debe ser atendida ó resarcida.

EL PASADO SIRVE PARA MEJORAR LAS CONDICIONES DEL PRESENTE

Máncora y su derecho indemnizatorio

Máncora enclave humano antiguo, Máncora hacienda, Máncora distrito ¿qué diferencia puede haber entre las tres áreas geográficas determinadas si se tiene algo en común? ¿y que es ese algo en común para el objetivo del presente artículo?

El nombre, Máncora y lo que desde esa perspectiva se puede conseguir para resarcir a su pueblo.

El nombre que se le pone a una persona, un pueblo, un área, una cosa, un equipo de fútbol, una asociación, etcétera; tiene un porque, porque no se le pone a cualquiera de lo nombrado una identificación si es que no tiene un antecedente, una motivación o algo que tenga validez para nombrarlo de tal o cual manera.

A raíz de las investigaciones que he realizado por conocer la historia de Máncora y creer firmemente en que se le debe resarcir, refuerzo mi tesis con lo que leo de Alfredo Fujita Alarcón, un arqueólogo que sostiene que la historia como ciencia social debe servir a las personas, naciones y pueblos para apuntalar su desarrollo. Es entonces que desde esa perspectiva me atrevo a pensar que debe dársele a Máncora el lugar que le corresponde dado que recuperar su territorialidad de antaño sería un sueño de tontos, pero si podemos de algún modo indemnizar a sus hijos.

La pesca

Máncora debe ser resarcido económicamente por el estado porque ha sido ninguneado desde antaño, cercenado su territorio y desconocido se su aporte al desarrollo no solo del norte sino del Perú. Entiéndase bien, Máncora siempre aportó al fisco o generó fabulosos movimientos económicos y por tanto otorgó trabajo y riqueza. La pesca es un claro ejemplo de ello. Hubo un tiempo que hubieron más de 22 empresas operando aquí y se explotaron sus riquezas marinas llegándose incluso a extraer más de 10 mil toneladas de pesca de calidad como de el pez espada, pez vela, etc., que eran exportados al Asía, EE.UU y Europa.

En esa época no hubo canon pesquero como si lo hay hoy en día que revertiera económicamente por la explotación de su rica biomasa hidrobiológica para mejorar sus condiciones y se ofrezca una calidad de vida óptima a los mancoreños y mancoreñas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado. El famoso banco pesquero de Máncora, hoy; ya no es lo que fue antaño, ha sido sobre explotado y su riqueza prácticamente acabada.

¿Quién resarce o repara eso?

El Carbón Vegetal

Mucho antes del boom pesquero, se explotaba el carbón vegetal del rico e inmenso bosque de la quebrada Fernández y aún se puede dar fe de ello porque quedan personas en este pueblo que lo testifican puesto que trabajaron directa o indirectamente en esta industria. La explotación del carbón en Máncora es muy antigua y hay evidencias escritas de lo que sostenemos sino atiendan lo que nos dice el libro “Derrotero de la Costa Peruana” del marino Aurelio García y García en la que testifica que a fines del siglo XIX en grandes balsas se llevaba el carbón a los barcos que luego lo llevaban a Paita y el Callao para que sean utilizados en los ferrocarriles y barcos a vapor de la época o seguro se le daba también otros usos. ¿Cuánto tiempo Máncora movió la industria del transporte terrestre y marítimo en el Perú y acaso en América y en ese sentido, cuanto fue su aporte?

El petróleo.

Cuando Faustino Piaggio comienza con la explotación del oro negro en Zorritos a más de media mitad del siglo diecinueve, esta localidad tumbesina estaba en los predios de la hacienda Máncora y cuando se acabó el hidrocarburo se dan cuenta los exploradores que más al sur había petróleo y comienzan a operar entre Máncora y Talara encontrando en el subsuelo este abundante recurso.

En la primera década del siglo XX se crea el distrito de Máncora el 14 de noviembre de 1908 y en su jurisdicción se extraían ingentes cantidades de petróleo y era pues lo que hoy en día es la totalidad de la provincia de Talara y por tanto cada creación distrital desde La Brea Negritos hasta el último distrito creado que fue Los Órganos en 1964 no significó más que recorte o cercenamiento a su territorio y ahora no tenemos más que 100.19 kilómetros cuadrados. ¡Qué ironía¡, de ser un área geográfica o curacazgo en épocas pre inca e inca muy extensa pasando por la época colonial en que la hacienda adjudicada al capitán español Martín Alonso de Granadino era desde los corrales de Tumbes hasta Amotape a las orillas del Chira y luego la totalidad territorial de la provincia de Talara cuando fue creado políticamente en la República, no se le ha hecho más que cada cierto tiempo quitar territorio y por tanto riqueza y entonces caben varias preguntas que hacerse ¿ que hemos recibido a cambio de tanto atropello contra Máncora? ¿Algún día recibiremos algo que permita resarcir todos estos recortes territoriales? ¿y de la explotación de sus riquezas que se hizo, que hemos recibido a cambio ?

Algunas voces dirán: está bien, pero Máncora recibe canon petrolero y con eso su municipalidad hace obras. Respondemos: solo recibimos canon por el concepto poblacional más no por la producción del petróleo. Y entonces nos dirán, es que las leyes no son retroactivas como para pensar en resarcir y como réplica diremos: no se le puede negar a quien tanto aportó, no se puede mezquinar al pueblo y a su nombre en cuyos territorios hubo mucha riqueza y en lugar de reconocérsele se le depredó y confiscó terrenos por el solo hecho que hubieron antepasados nuestros que no se dieron cuenta de lo que tenían y de lo que les estaban quitando. Los mancoreños y mancoreñas de hoy en día diremos entonces que la Ley del propio canon petrolero se hizo precisamente para resarcir económicamente a los pueblos de donde se explota el hidrocarburo pues este se agota y por tanto convoco a los profesionales de esta tierra, a sus líderes políticos , a sus instituciones más representativas y a la juventud vigorosa a presentar una iniciativa legislativa al Congreso de la República solicitando que nos RESARZAN con los considerandos históricos que ya estamos exponiendo.

Máncora es el principal destino turístico de playas del Perú, lo que no es poca cosa y por tanto es un polo de desarrollo, e incluso el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo y la propia Cámara Nacional de Turismo manifiestan que después del Cusco, Máncora es el segundo destino turístico más importante del país, porque al llegar extranjeros al Perú a conocer Machu Picchu, también llegan buscando conocer Máncora. Basta con entrar a internet para ver los miles de comentarios positivos que a través del ciberespacio se vierten, aunque también de los otros, los mal intencionados, los que no saben la realidad, los que desconocen que su municipio apenas va a tener dos millones de soles y algo más para invertir en obras el 2012.

¿Puede un polo de desarrollo turístico como Máncora hacer mucho por su progreso con ese eximio monto?

Claro que no, ¿cómo entonces mejorar su sistema de distribución de agua, como hacer un nuevo alcantarillado porque este ya cumplió con su ciclo de vida, como mejorar la seguridad implementando un mejor Serenazgo, como hacer obras de embellecimiento que mejoren su ornato, como pavimentar más calles y mejorar la atención en el centro de salud; si no hay recursos económicos para hacerlo? ¿Cómo hacer un nuevo mercado y mejorar sus escuelas?¿ como entonces construir el terminal terrestre, ¿ cómo hacer una vía de evitamiento? ¿Cómo hacer un mirador turístico? ¿Cómo reforzar los valores, la educación y la cultura?

Realmente nuestra municipalidad está recibiendo un poco más que el año pasado pero no nos olvidemos que tiene que pagar planillas de obreros y empleados, pagar la luz y el agua de parques y jardines, gastos propios de su funcionamiento, apoyos que siempre brinda a los más pobres como combustible a la ambulancia para que pueda llevar enfermos a los hospitales más cercanos y salvar sus vidas, etc., etc., lo que hace recortar su presupuesto; pero a diferencia de los otros pueblos de Talara o incluso de la región en donde al petróleo lo conocen porque se vende en sus grifos más nunca lo tuvieron, reciben mucho más que nosotros, muchísimo más.

Mucha gente opina mal de Máncora y de su gente, creen que nosotros no queremos nuestro desarrollo porque no tenemos las mejores condiciones para ofrecer a los visitantes como más agua, un mejor alcantarillado, la vía pavimentada a las Pocitas, etc., pero no saben lo que les estoy diciendo. Fuimos siempre mirados por encima del hombro, pues nunca se asignaron los recursos que Máncora se merece por eso es que sostenemos que no habrá resarcimiento que valga si es que este no se da económicamente. URGE pues la modificación legislativa inmediata de la Ley del Canon N° 29693,( Ley que homologa el Canon y Sobre Canon por la explotación del petróleo y gas en los departamentos de Piura, Tumbes, Loreto y Ucayali) a efectos que en algún momento a modo indemnizatorio reciba más recursos económicos en relación a la provincia petrolera a la que pertenecemos.

Dicho todo esto, sostenemos entonces con firmeza que es un deber ineludible acudir a la historia para resarcir o indemnizar a Máncora y eso significa lucha y sacrificio para lograr el objetivo que cada uno de los mancoreños debe hacer como suyo: el hacer que a su pueblo se le reconozca y a través de ese reconocimiento encuentre mejoras para su presente, a partir de su rico pasado.

Un abrazo de profundo mancoreñismo, Jorge A. salas Arica.